Por Mark Rumors

Mientras el Detective Löwenthal continuaba su ritmo laboral, parte del personal no esencial iba retirándose coincidiendo con la disminución del murmullo de oficina que suele dominar gran parte de un horario laboral.

Sin embargo, para el Detective Löwenthal y eso arrastraba al Agente Especial Martínez, la idea de un horario de trabajo en el FBI es tan ficticia como la liberación del Kraken.

En ese contexto, debido a la naturaleza de la investigación de delitos y la seguridad nacional, la inversión de tiempo en una oficina del FBI es imprecisa y además las políticas internas de esa institución, se deben sin cuestionamiento alguno, a las regulaciones federales establecidas.

Löwenthal sabía eso cuando decidió ser Agente Especial, pero su naturaleza calculadora la usa en consonancia con factores que sabe que necesita nivelar para evitar un colapso tanto físico como mental.

Por esa razón Martínez quedó sorprendido con la variedad de opciones de comida rápida, gaseosas, botellas de agua, galletas, dulces y jugos desfilando encima de una mesa rectangular, en una rareza acontecida en el FBI. ¿La razón?: El padre de la víctima posee conexiones tan sólidas que podría irse de paseo en órbita sin haber tomado el entrenamiento de rigor.

-Vaya, vaya, jefe…todo este festín me hace entender que realmente hay interés en resolver este caso…

-Es notable. El padre de la víctima se crió en Capitol Hill, el mayor barrio residencial de Washington D.C. y según rumores no confirmados, su padre conoció al mismísimo John Edgar Hoover

-¡Dios Santo! ¡Esto es una situación de Grandes Ligas!

-No te burles, Martínez. La idea es que se trabaje lo necesario y dar respuesta rápida. En esa mesa, no la recomendada nutricionalmente tal cual, están los elementos necesarios para suplir lo que el cuerpo necesita, junto a los líquidos para mantenernos activos

-Excepto la actividad física y la salud individual

-Es correcto. ¿Sabías que existen límites generales de supervivencia sin recursos básicos? Una persona puede vivir sin beber agua entre tres y cinco días, y puede sobrevivir varias semanas sin comida

-Jejejeje por eso he asimilado que si bien es cierto que nuestro cuerpo tiene un límite de horas exacto antes de sufrir agotamiento, no menos cierto es que que depende de muchos factores como la actividad que se realiza, la hidratación, el sueño, la alimentación y la salud individual, Detective Löwenthal

-¿Quieres tirar la toalla, Martínez?

-¡¿Quién yo, Löwenthal?! Tus ancestros eran bien rudos. ¡De donde yo vengo el que no camina, vuela! ¡Estaré en esto hasta el final! ¡Usted con su intelecto y yo con mi precisión balística, no podremos fallar! ¡Bonnie y Clyde! jajajajaja

-¡Por Dios, Martínez! ¡Eran criminales! Aparte de que Bonnie Parker era mujer, su compañero Clyde Barrow no era un tirador del todo.

-He de suponer que todo este tiempo que estuviste ausente, me traes resultados

-Sí, señor, déjeme darle cristiana sepultura a una de esas hamburguesas adjunto a un refresco. ¿Le traigo algo?

-Agua…

-¿Solo eso, Löwenthal?

-Agua para tí. No olvides que nada con edulcorante calma la sed. ¡A ver! ¡¿Qué tenemos?!

Martínez traía en una mano una botella de agua, un refresco y un vaso de jugo en la otra. Volvía rápidamente al escritorio de Löwenthal y regresaba a buscar un par de hamburguesas más

-¡Cuánto extraño un eggburger…!

-¿Existe tal cosa? ¿Un eggburger, Martínez? Siéntate y desglosemos lo que tenemos

-¡Le dije que le enseñaré muchas cosas de mi cultura!

-¿Y esos eggburgers también son originales de Samaná?

-¡No mi estimado Löwenthal! ¡Los llevó a La Romana un hombre que era de San Rafael del Yuma!

-¿Esas son áreas aledañas de Samaná?

-¡Noooo jajajajaja! Son otras dos provincias de mi país. Ya tendremos tiempo de hablar al respecto de más lugares

-Bien. ¿Qué tenemos aquí? Resultados de ADN del bar y del deportivo, interesante…transcripciones de las conversaciones de ese día entre la víctima y amigas, pietaje de audiovisuales externos e internos y resultados de lugares de venta de famoso silenciador…

-Sí, señor. Tengo un resumen detallado de todo, según instrucciones suyas al momento de cada requerimiento.

Löwenthal se pone de pie y estira su cuerpo, mientras Ingiere una extendida cantidad de agua

-Soy todo oídos

-Bien jefe: El caso de los 27 teléfonos celulares, no hubo progreso de nada nuevo versus la primera verificación. El equipo que nos brinda soporte verificó actividad de éstos esa noche en sus redes sociales y tanto fotos como los en vivo, coincidían en una misma área grupal

-¿Eran todos compañeros de trabajo?

-No señor, pero el efecto imán en grupo atrae a conocidos y extraños a agruparse para fotografiarse y/o filmarse en vídeo. La parte trasera en ambos casos, recoge la actividad del bar tender, pero no a la derecha de éste, donde estaba sentado calculadamente nuestro sospechoso

-Hubo múltiples subidas breves de vídeo, mayormente a aplicaciones que se caracterizan por subidas de audiovisuales, pero eran cortes de los mismos vídeos subidos a redes sociales. Por otro lado: Los teléfonos de los valet parking al igual que los de seguridad, se dejan en la oficina del gerente. El caso del móvil del bartender del primer nivel estaba cargándose encima de unas cajas debajo del counter de la caja registradora. No llegó a usarlo y tampoco lo hará hasta que lo devolvamos junto a los otros señor.

-Bien. Supe más temprano que nuestro hombre llevaba puestos guantes de cuero al manejar el vehículo. Dolosamente al dejarlo encendido cerca de los apartamentos donde residía la víctima, motivó su traslado en grúa directamente a la casa de sus padres y luego empleados de la mansión lo llevaron a ese garaje. Las huellas mixtas son de uno de ellos y de la víctima. Este tipo es sumamente cuidadoso. ¿El vaso que usó en el bar?

-Nunca lo cambió. Lo usó nuevamente en el segundo nivel y se lo llevó a la habitación donde finalmente asesinó a la joven mujer.

-¿Verificaron el área contigua al parqueo?

-Si, señor. No quisiera decirlo, pero al parecer se llevó ese vaso y lo desapareció en su huida, señor.

-Eso descarta rastros de ADN de él. ¿Y la impermeable? No la llevaba puesta al estar sentado

-Inspeccionamos la basura del baño del primer y segundo nivel. No había nada allí. Tampoco en el gran contenedor detrás de la cocina del bar y en dicha cocina, señor

-Bien. Muéstrame las transcripciones

-Aquí están: Todas son entre 9:45 a.m. y 10:05 a.m de ese día señor. Cero llamadas perdidas. Llamó a un salón de belleza para apartar productos de pelo, a la secretaria de un spa, luego al taller de mantenimiento del deportivo para confirmar cita. Hizo varios pagos de servicios del lugar donde vivía y…

-…¿De cuáles temas triviales habló la víctima?

-Una amiga. Se pelearon porque le comentó no iría esa noche al bar y… ¡Ah, aquí está! En otra breve llamada le confirma que al menos almorzarían juntas en un área de comensales de un centro comercial y… ¡Vaya!

-¡¿Qué pasa, Martínez?!

-En el audio no se escuchaba bien por estática, pero los peritos en tecnología lograron recrear la conversación y ¡le pregunta a la amiga si le compró el desechable!

-¡Tenemos una pista! ¡Ése es el teléfono que usó para ponerse en contacto con su verdugo! ¡Localiza inmediatamente a esa amiga y dile que es una persona de interés, para que se quede estática donde sea que esté!

-¡Sí señor!

-¡Consígueme también una orden de rastreo de la empresa que brindaba GPS al deportivo de la víctima! ¡Si tenemos suerte podremos crear un cuadrante y determinar dónde se deshizo del desechable!

-¡Sí, señor!

-¡Sorpréndeme, Martínez y te premiaré con una versión local de esos eggburgers que dijiste!

-¡Ufff, preferiría un chimichurri, señor con un refresco de uva, en honor a la verdad!

-¡¿Un qué, Martínez?!

-¡Ya le contaré cuando estemos en el Dodge Charger Pursuit!, respondió agitadamente Martínez, mientras se alejaba corriendo tal cual emulara a un primo cercano de Barry Allen.

En eso, el Detective Löwenthal llama por teléfono a la Autoridad de Tránsito del Área Metropolitana de Washington, a los fines de solicitar apoyo con imágenes de vídeo una vez obtenga la ruta trazada por la víctima en su deportivo desde su residencia hasta llegar al bar donde eventualmente fue asesinada.

-Le habla el Detective Löwenthal del FBI. Necesito hablar con el Supervisor de Operaciones, es cuestión federal de índole imperativa

-Sí, señor. Permítame transferirle a su línea directa, le responde una telefonista

-Le habla el Supervisor de la Autoridad de Tránsito del Área Metropolitana de Washington, Detective Löwenthal. Esperaba su llamada por instrucciones de mi superior

-Muchas gracias. Le estaré enviando el trayecto de desplazamiento monitoreado por el GPS de fábrica de un vehículo que es objeto de una importante investigación. Necesitaré vídeos en las arterias viales por las cuales haya pasado

-Por supuesto Detective Löwenthal. Usted solo me facilita la ruta trazada, modelo y color del vehículo al correo electrónico que le facilitaré e inmediatamente iniciaremos el rastreo. ¿Tiene dónde anotar?

El Detective Löwenthal tomó nota de la información, mientras llegaba Martínez, quien subió raudo al Dodge Charger Pursuit.

-¡Todo listo, señor! Luz verde al acceso del desplazamiento del deportivo de la víctima y la amiga está un tanto nerviosa en nuestra espera. Le pedí que se calmara que era algo rutinario y que no sería tratada como sospechosa

-¡Excelente, Martínez!, respondió Löwenthal, al momento de salir disparado en el potente carro que les fue asignado

-Señor, al parecer nuestro jefe ya había impartido instrucciones por sugerencia suya, al personal de la Autoridad de Tránsito del Área Metropolitana de Washington

-Es correcto a través de ellos tendremos acceso a un promedio de 44 cámaras por cada 1,000 habitantes y sumado a éstas una cantidad superior vía empresas privadas que comparten las imágenes de sus cámaras de seguridad con las autoridades

-¡A eso le llamo yo estar bastante vigilados, señor!

-Es parte del programa Vigilancia CCTV para la prevención del delito. Una vez tengamos el trazado de la ruta que realizó la víctima, sabremos con exactitud dónde lanzó ese móvil desechable y así tendremos un acercamiento a nuestro misterioso criminal

-No me tilde de iluso, señor, pero pensé que no era posible rastrear un celular desechable

-Podría resultar una tarea difícil para alguien que no esté al nivel de facilidades de nosotros, Martínez.

-¿Entonces sí se puede del todo?

-Analiza este hecho: Cada teléfono móvil se conecta a una torre de telefonía celular o a una red virtual, creando un registro de cada llamada realizada, mensaje enviado y, a veces, ubicación. ¿Correcto?

-Sí, entendí. Las operadoras de telefonía guardan registros de llamadas y ubicación, y nosotros como autoridad competente podemos acceder a esa información con una orden judicial

-Que imagino que ya diligenciaste, ¿cierto, Martínez?

-¡Sí, señor nos la van a enviar al móvil acto seguido usted dé la orden!

-Llama en este instante sobre ese particular. Otro dato clave: La compra del teléfono y la tarjeta SIM pueden dejar rastros

-¿Y qué tal si, como asumimos, la compra fue anónima? O sea, presumimos que la víctima se valió de la joven que vamos a interrogar para adquirir el desechable, entiendo que eso podría dificultar las cosas ciertamente, Löwenthal

-Es una posibilidad, pero esos teléfonos desechables no son del todo infalibles al rastreo. Además si la muchacha usó una tarjeta de crédito para la compra, la transacción queda registrada y vincula la compra a la identidad del comprador

-¡No dejas de sorprenderme Löwenthal!

-¡No hago alarde de mis calificaciones, pero ningún caso asignado a mi persona, ha quedado inconcluso y éste, Martínez, no será la excepción!

En ese instante suena el teléfono de Martínez

-Srta. Flores ¿Pasa algo?

-Pon el teléfono en voz alta, ordena Löwenthal y Martínez procede

-Srta Flores, le habla el oficial a cargo de la investigación

-¡Deben apresurarse! ¡Hay una redada aquí y hay muchos policías!

-Cuelgue, Srta. Flores. Le haremos una videollamada y nos mostrará qué está pasando exactamente allí, ¿entendido?

-Sí, señor…

Martínez hace la llamada inmediatamente y desde una perspectiva a través de una ventana logra identificar múltiples agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional y de la Oficina de Detención y Deportación. Le indica a Löwenthal al respecto.

-Srta. Flores: ¿Me escucha?

-¡Están por todas partes! ¡No puedo regresarme a Honduras! ¡Tienen que ayudarme por favor!

-¡Cálmese, Srta. Flores! Somos del FBI y tenemos todo bajo control. ¿Tiene usted a mano su pasaporte?

-¡Sí, sí, claro! ¡Está en mi cartera!

-Búsquelo y muéstreme la página donde aparece su fotografía y datos generales, por favor

Dotado de un motor HEMI V8 que produce hasta 370 caballos de fuerza y ​​395 lb-ft de torque, el potente rugir del Dodge Charger Pursuit se sintió al Löwenthal poner a prueba su capacidad al volante a alta velocidad.

La joven muestra su pasaporte y Löwenthal memoriza instantáneamente el nombre en el documento. Saca velozmente su teléfono celular y le marca a su superior:

-Señor vamos en camino a buscar a la persona vinculada con la víctima. El lugar donde reside está siendo actualmente sitiado por una tripleta de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional y de la Oficina de Detención y Deportación.

-¡Maldita sea Löwenthal!

-Señor necesito interfiera e imparta instrucciones sobre no detener a la joven Maria José Flores Matute, nuestra persona de interés

-Mi asistente está tomando nota del nombre. Cuando llegues al lugar posiblemente podremos ganar algo de tiempo en lo que indago sobre quien dirige esa operación

-¡Muchas gracias señor!

-¡Te dije que no me agradezcas aún, Löwenthal! ¡Hazlo cuando hayas resuelto este caso que me tiene con síntomas severos de taquicardia!

Mientras todo acontecía, Martínez del lado del pasajero, mantenía la videollamada activa y al mismo tiempo, garantizando la muestra de confianza ante la joven.

El contingente triple de uniformados era mayúsculo respecto a la ligera apreciación que tanto Löwenthal y Martínez pudieron ver una vez la joven María José volteó la cámara de su celular desde una ventana de su cocina en el diminuto lugar donde vive.

La redada obedecía a la búsqueda de un peligroso criminal pedido en extradición ya identificado vía un trabajo de inteligencia, el cual ratificaba que se refugiaba allí sin brindar detalles al propietario del habitacional y éste último poco le importaba si estaba o no en condición irregular, con o sin papeles e incluso, nacionalidad u oficio, ya que el discreto inquilino pagaba muchas veces por adelantado y en ocasiones muy por encima del monto acordado por el alquiler de su maltrecha habitación.

Cuando Löwenthal y Martínez llegaron al lugar, la videollamada seguía activa y no se habían ejecutado arrestos. La operación fue diseñada para la búsqueda y captura del requerido por las autoridades de su país.

Löwenthal se desmontó del vehículo y se dirigió a uno de los oficiales que detectó era de mayor rango al estar supervisando el área acordonada, además de su actitud, detalles en su uniforme e insignia y arma de reglamento:

-Disculpe, soy el Agente Especial Löwenthal del FBI. Tenemos una inquilina allí dentro quien es persona de interés en un caso federal actualmente en desarrollo. Quisiera contar con su colaboración en ese sentido y facilitarnos el trabajo.

-Mucho gusto Detective Löwenthal. Soy el oficial a cargo de esta operación. Si me disculpa, no estamos aquí detrás de una persona de género femenino. Estamos detrás de un criminal internacional. De todos modos, no tengo autorización de su caso, por lo que comprenderá es asunto de nuestros superiores. Supongo entiende eso ¿no?

Löwenthal le había dado la espalda al oficial en lo que él le brindaba una respuesta, debido a una llamada telefónica que realizó prácticamente previo al oficial abrir sus labios.

-¿Qué es esto?, preguntó el oficial al ver que Löwenthal le pasaba su teléfono celular

-Es para usted, respondió Löwenthal

El oficial miró de arriba hacia abajo a Löwenthal y le tomó con cara de pocos amigos el celular, retirándose de él a una distancia breve y se le escuchaba responder de manera firme y recurrente la expresión «Sí, señor, sí señor, entendido, señor».

Vuelve un tanto molesto ante Löwenthal y le entrega devuelta el celular:

-Parece que usted tiene muy buenas conexiones Sr. Löwenthal…

-Detective Löwenthal…

-¡…ah como sea! Imagino que su intelecto le da lo suficiente como para entender lo que está pasando aquí. No sabemos el tipo de respuesta que recibiremos de este sujeto. Se le pidió a todos los inquilinos permanecer dentro de sus respectivas habitaciones y obtemperar instrucciones de abrir sus puertas una vez fuese solicitada la petición.

-Eso es entendible. Nuestra persona de interés está en la última habitación a la izquierda del tercer nivel. Asumo que su sospechoso identificado ya usted sabe dónde se aloja

-¡Por supuesto! La propietaria nos precisó que está en la tercera habitación del segundo nivel

-Entonces, no debo decirle qué tiene que hacer. No tengo intención de interferir con su trabajo y creo que después de la llamada usted tampoco con el mío. Dado el hecho de que buscamos a personas diferentes, propongo por cortesía profesional, que proceda usted primero ya que nuestra operación contempla únicamente pedirle a la persona en el tercer nivel que salga

El oficial volvió a mirar de arriba a abajo a Löwenthal y además de reojo, alejándose de él y dando algunas instrucciones por radio.

Löwenthal le pidió a Martínez acercarse y éste a su vez, le pasó el celular que aún tenía activa la videollamada:

-Srta. Flores, tenemos una situación. Escuche con atención y haga exactamente lo que voy a indicarle: ¿Está escuchándome?

-Sí…sí…Señor…, susurraba la fémina

-Bien: Estas personas no están aquí por usted ni por ningún otro inquilino en condición irregular en este país…

Martínez lo mira asombrado

-Estan aquí porque una persona que está alojada en el nivel inferior al suyo, está siendo requerida por algún delito cometido. ¿Me está escuchando Srta. Flores?

-¡Sí, sí, se-se-se-ñor…!, responde nerviosa

-Bien. No cuelgue esta llamada pase lo que pase. Si su batería está baja, conéctelo, pero no cuelgue. Manténgase alejada de la ventana y resguárdese en el baño si es posible

-Es-s-s-ta..b-b-bi-en…

-¿Martínez?

-¡Sí, señor!

-¿Revisaste en el baúl del carro si hay armas largas?

-No, señor. En concreto: No traje armas largas porque usted no lo requirió y tampoco veníamos a buscar a un criminal, señor. ¿Por qué, Löwenthal? ¿Qué le dijo el oficial a cargo de esta operación?

-Tengo un mal presentimiento con todo esto. Si el criminal requerido solía pagar altas sumas de alquiler por adelantado, eso se traduce en que compró su tranquilidad o vigilancia en este lugar y sabrá Dios si tiene un arsenal allí dentro

-¿Están conscientes esta gente?

-No lo creo…

El discurso de Löwenthal fue cortado abruptamente por el sonido de la voz a través de un megáfono del oficial a cargo de la operación

-¡Su atención por favor! ¡A todos los inquilinos, repito A TODOS LOS INQUILINOS en sus habitaciones! ¡Procederemos a solicitarles que abran sus puertas y cooperen con las autoridades! Hablo en nombre del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU., la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional, la Oficina de Detención y Deportación y la Oficina del Asesor Jurídico Principal!

Terminado el llamado de advertencia, un agente vociferó

-¡RPG-7! ¡RPG-7! ¡Cúbranse!

Justo de la ventana de la tercera habitación del segundo nivel, salió expelido el ataque cuyo impacto en uno de los vehículos gubernamentales fue más que explosivo

El caos imperante en la escena forzó a todo el personal frontal a resguardarse y al existente en el área circundante dar pasos atrás

-¡Tendrán que matarme malditos! ¡Me llevaré conmigo varios de ustedes antes que eso pase!, vociferó el atacante, ésta vez con recurrente ráfagas de un fusil semiautomático

Todo el mundo se resguardó detrás de sus respectivos vehículos según lo cercano que estos estuviesen. Los efectivos en la línea frontal yacían heridos y muchos de estos aturdidos y otros impactados por el segundo ataque.

Löwenthal y Martínez hicieron lo propio detrás del Dodge Charger Pursuit

-¡Tenías razón Löwenthal! ¡Es un tipo altamente volátil! ¡Al juzgar por el sonido de las ráfagas, creo que está usando un AR-15!

-¡Una maldita zona de guerra improvisada sin duda! ¡Martínez!

-¡Sí, señor!

-¡Vivimos aquí por una razón y no nos iremos sin ella! ¡Más que bienvenida alguna sugerencia!

-¡El AR-15 es de recarga accionada por gas y posee una cadencia de tiro de 750 disparos/minuto! Eso se traduce en un alcance efectivo de más de
450 metros, Löwenthal! ¡Nadie estará aquí a salvo!

-¡No me digas! ¡¿Olvidaste ya tu área de experticia?!

-¡No tenemos cómo repeler ese ataque con Glocks, Löwenthal!

-¡Pero sí con un arma similar y accionada por un tirador experto!

Arrastrándose hasta llegar al lugar donde se resguardaba el encargado de la operación, Löwenthal lo aborda con precisión sabiendo que el hombre está preso de impotencia e ira por la pérdida de personal

-¡Escúcheme bien! ¡Necesito un fusil semiautomático de uno de sus hombres ya mismo! ¡Mi compañero es experto tirador!

-¡Usted, el maldito FBI y su compañero pueden irse a la mierda! ¡Ese lunático acaba de atacarnos con un maldito lanzacohetes, perdí hombres y una maldita unidad! ¡No recibiré órdenes de un jodido privilegiado con pistola y corbata! ¡Jódase!

Löwenthal lo sujeta violentamente por la parte frontal del uniforme y lo coloca en contra del lateral del camión que se usaría como transporte del detenido:

¡Me halaga haberle sido útil para que lograra desahogarse! ¡¿Qué maldita parte no ha entendido de lo que le he dicho?! ¡¿Acaso tendré que hacer otra jodida llamada, ¿eh?! ¡Dígame!

Las ráfagas continuaban sin parar y los uniformados allí no podían repeler la acción debido a que se trataba de un residencial.

Löwenthal no obtuvo respuesta y su mirada se clavó en un joven uniformado que sudaba a cántaros, agachado y con un M4A1, perteneciente a la familia de fusiles de asalto automáticos en versión carabina, derivados del fusil AR-15.

-¡Oiga! ¡Páseme su arma ya mismo!

El joven militar no accionó debido a estar confundido entre el ruido de la balacera y esa inusual petición.

-¡¿Eres sordo?! ¡Páseme su arma ahora!

-¡¿Qué rayos cree que está haciendo detective?!, le preguntó furioso el oficial a cargo, a lo que Löwenthal respondió:

¡Su maldito trabajo! ¡Eso hago!

Se le acercó al joven muchacho y prácticamente le arrebató el fusil, para luego agachado retornar rápidamente al lugar donde se encontraba Martínez protegiéndose con el Dodge Charger Pursuit.

-¡¿Crees que este juguete pueda ayudar a resolver este asunto?!

-¡No es un rifle de precisión, señor! ¡No obstante numerosas unidades policiales de élite, como los SWAT lo usan y dadas las circunstancias de su diseño para el combate en espacios cerrados, ¿usted qué cree?!

-¡Que lograremos nuestro objetivo! ¡Deberás usar chaleco antibalas!

-Löwenthal, no lo reportes, pero los chalecos en el baúl son de nivel IV, certificados por el Instituto Nacional de Justicia (NIJ)

-¡Interesante Martinez! ¡Asumo que cumplen con un estándar ampliamente aceptado en situaciones como esta, ¿cierto?!

-¡Sí, señor, están dotados de placas rígidas, hechas de acero, cerámica o polietileno y son bien resistentes!

¡Bueno, Martinez, basta ya de clases y ahora demuéstrale a ese tirador de qué estás hecho!

En eso Löwenthal apoya su mano izquierda abierta en el pecho de Martinez, en actitud de espera mientras hace una llamada:

-¡Señor, tenemos una situación crítica en el lugar! ¡Necesito autorización para proceder ahora y luego usted gestionará el tema burocrático!

Le hace señas a Martinez que vaya con cuidado a buscar el chaleco antibalas en el baúl

-¡Löwenthal! ¡Tus llamadas son infartantes! ¡¿Acaso quieres acelerar mi retiro?! ¡¿Qué diablos pasa ahora?!

En eso retorna Martinez ya con el chaleco puesto y le dice a Löwenthal:

-¡Señor, acabo de decirle a la joven que permanezca en un área protegida y que vamos a sacarla sana y salva! ¡Espero órdenes, señor!

Löwenthal tapa el micrófono de su celular debido a que aún no recibe respuesta de su superior y en voz baja le susurra:

-¡Tengo enormes deseos de comerme ese eggburger! ¡Has lo tuyo!

-¡Sí señor!, respondió Martinez

Conociendo en detalle el manejo en situaciones de esa naturaleza, Martinez fue directamente a hablar con el oficial a cargo de la operación conjunta y líder del Equipo de Respuesta Especial.

Dicha unidad es equivalente federal interna al SWAT y dadas las circunstancias de lo acontecido, la situación escaló a un nivel crítico, por lo que ciertas precisiones jurisdiccionales eran imperativas de expresar.

-Señor, Agente Especial Martínez. Tengo una amplia experiencia en precisión de tiro. El mejor de mi clase. Entiendo su responsabilidad como responsable al mando conjunto de estas entidades, pero tome en cuenta el nivel de peligrosidad que esto ha tomado y estando yo y mi compañero aquí, aún no siendo parte integral de esta operación, el sospechoso cometió un acto violento el cual implicó violaciones federales. Por eso mi compañero, quizás no de la mejor manera, actuó como actuó

-Gracias Martinez. Si su compañero me hubiese abordado de esta manera, la fricción jamás tendría lugar. He perdido hombres delante de nosotros, tengo heridos y una unidad vehicular en pedazos. Lo menos que necesitaba era un encorbatado dándome órdenes

-Eso lo comprendo. Nosotros podemos asistirle o asumir la investigación posterior, pero no vinimos aquí a liderar el arresto operativo, ya que la orden provino del ámbito migratorio y/o de seguridad nacional. Estamos aquí en búsqueda de una persona allí dentro y es requerida por un caso de índole federal. Necesitaré que me premita coordinar con su equipo qué haremos. ¿Estamos de acuerdo?

-Bien. Entendido. Le permitiré usar la radio y estudiar su propuesta. Por lo pronto mire: éste es un plano de la edificación. La parte posterior de las habitaciones solo tienen una única abertura de ventilación y es en los baños. Como puede ver, la vía de acceso es por la puerta y entre habitaciones no hay conectividad.

-Excepto si las paredes son del material de drywall

-Preguntemosle al administrador, responde el oficial a cargo de la operación conjunta

El tiroteo ha cedido brevemente y el criminal se mantiene en movimiento por la ventana vociferando improperios.

Unidades de socorro ya llegaron a la escena, Incluyendo personal de asistencia médica en varias unidades de ambulancia y varios camiones de bombero.

Un asistente de la E.R.E. (Equipo de Respuesta Especial) trae agachado al administrador del lugar.

-Soy el Agente Especial Martinez. Tengo entendido usted es el administrador del lugar

-Hasta antes que todo este infierno de desatara sí…

-Le haré una pregunta directa: ¿Las paredes de las habitaciones de qué material están hechas?

-Están hechas originalmente de drywall con lana de vidrio y en la tercera con espuma de poliuretano. Usted sabe, este lugar funciona como un motel de estadía breve. La idea es reducir el ruido entre las habitaciones

-Muy bien. Gracias por su cooperación. Pueden retirarlo

-¡Oiga, espere! ¡Estoy cooperando con las autoridades! ¿Esto ayudará a reducir mi pena?

-Llevenselo. Su respuesta la obtendrá de un juez, respondió el líder de la operación

-Ok. Ya sabemos del material. Lo que propongo es lo siguiente: El sospechoso no tiene un radio de visibilidad hacia arriba ni en el nivel inferior respecto a donde está.

-Es correcto

-La idea es alejar a sus hombres de los extremos y parte lateral de la edificación. Eso le dará una sensación de confianza y al mismo tiempo autoridad al agresor. Mientras eso pasa, yo subiré al segundo nivel y accederé a penúltima habitación respecto a la de el sospechoso

-¿Y qué planea usted exactamente, Martinez, poner en riesgo a civiles allí dentro?

-Según esta información de registro son en total 12 habitaciones, 4 por cada nivel, que son tres. El administrador no permite más de dos personas fijas allí, por lo que exactamente en estos momentos solo tenemos registros de personas en la parte baja y una única persona en la segunda, el criminal y otra en la tercera, nuestra persona de interés

-¿Quién le suministró esa información?

-Mi compañero acaba de enviármela por mensaje al celular. Aunque no esté aquí, sigue colaborando

-Ya veo. Entonces ¿Su plan es crear una distracción con nosotros hablándome al criminal por el megáfono en lo que usted accede al área lateral del edificio para a su vez, llegar a la segunda habitación de ese nivel?

-Es correcto

-Y otra pregunta Detective Martinez: ¿Suponiendo usted logre entrar, cómo pretenderá llegar al objetivo?

-A través de las paredes

-¡¿De las paredes?! ¡¿Planea usted volarlas?!

-Atravesarlas más bien. La densidad del drywall no detendrá el impacto de balas de este fusil semiautomático. El movimiento del objetivo está recurrente contiguo a la ventana. Si calculo bien los impactos atravesarán el drywall y no tendrá opción que salir avispado o por cortesía de servicios fúnebres

-Me parece un plan alocado, pero después de lo que pasó no veo ni deseo buscar más alternativas

-Entonces procedamos. Usted tomará el crédito de la operación. Yo solo necesito llevarme a nuestra persona de interés

Acordado el plan, el líder de la operación da instrucciones a sus hombres que se retiren del área circundante y en ambos extremos del edificio y esperen órdenes en sus respectivas unidades vehiculares. La acción se repite por el megáfono mientras se dirige desde su posición al agresor.

Martinez se movió con celeridad a la parte lateral derecha del edificio y entró sin ser visto al área de acceso al segundo nivel vía las escaleras.

-¡Quiero tener visión de todo el maldito personal uniformado donde los vea! ¡Tengo suficiente artillería para volar el maldito lugar y yo estoy dispuesto a morir aquí, supongo muchos de ustedes no por la mierda ésa de «tengo familia y mis hijos», adviertió el agresor

-Tal cual le comuniqué. Todos mis hombres han recibido órdenes de retirarse de sus posiciones y eso han hecho. Podemos negociar esto y nadie más saldrá lastimado

-Jajaja ¡¿Qué rayos es usted?! ¡¿Líder comunitario, pastor eclesiástico, consejero o psicólogo?! ¡¿Qué parte de me importa un carajo dejar este mundo no ha entendido?! ¡Saldré de aquí a mí manera o volaré todo el maldito lugar!

-Tómalo con calma. Solo dinos qué necesitas y negociaremos una salida conveniente para ambas partes

En eso Löwenthal le envía un mensaje de texto a Martinez quien logró con éxito entrar a la segunda habitación estando ya a dos del sospechoso

«Está alardeando mucho. Dudo que tenga más munición del RPG-7. A menos que tenga una mochila llena de cartuchos, estimo que solo tiene balas del AR-15. Tienes luz verde para accionar«, reza el mensaje de texto de Löwenthal

«OK», le respondió Martinez

-¡Quiero un maldito helicóptero! ¡No voy a espe…

El diálogo se suspendió por una indetenible ráfaga irrupcionada por Martinez, quien acto seguido terminó los 30 proyectiles del primero de tres cartuchos, cargó en segundos el siguiente y continuó disparando logrando penetrar a la habitación contigua y disparando recto en dirección a donde calculó estaría de pie el agresor.

Rápidamente Martinez tumbó ambos colchones de la cama de la habitación y colocó los mismos como resguardo para ipso facto, abrir la puerta de su habitación y dirigirse a la contigua pateando agresivamente la puerta y encontrándose con el agresor ensangrentado e impactado por múltiples proyectiles en el brazo izquierdo, ambas piernas y costados, mientras se arrastraba en el suelo a un ritmo ralentizado, en dirección al baño de la habitación.

Salió de espaldas al pasillo y sin dejar de apuntar exclamó a todo pulmón: «¡Amenaza contenida!»

Se percibió un profundo suspiro a nivel colectivo. Miembros del Equipo de Respuesta Especial subieron con celeridad al área para proceder junto a los anexados oficiales de la Oficina de Detención y Deportación según el protocolo.

Martinez subió al tercer nivel y sacó su celular del bolsillo, que aún mantenía activa la videollamada

-Srta. Flores. Por favor abra la puerta ya está a salvo

La pobre y asustada mujer salió disparada del baño y sumida en llanto, abrazó fuerte a Martinez.

Ambos bajaron hasta donde Löwenthal para luego subirla en el Dodge Charger Pursuit. Martínez fue y le dio la mano al encargado de la operación conjunta, quien sin ganas se despidió de a lo lejos de Löwenthal, éste último sin reaccionar solo asintió levemente su cabeza.

-Sí que eres un experto tirador Martínez. Buen trabajo. «Contenido», ¿eh?

-Vívirá, Löwenthal, vivirá, responde Martinez tras dar un largo suspiro

-Bien, la Srta. Flores nos acompañará a la oficina. Tenemos un interrogatorio pendiente y ya luego veremos cómo podremos ayudarla con su caso. Además Martinez, nuestro superior aún no me ha llamado…

-¡¿Qué?! ¡Usted dijo que tenía luz verde!

-Eso dije. No te preocupes. Evitaste una catástrofe mayor allí. Sólo hay un montón de heridos y el responsable vivirá. Su extradición tendrá que esperar un poco más. En cuanto a lo que dije, asumiré toda la responsabilidad de la situación

Nuevamente el rugir del potente Dodge Charger Pursuit se apoderó del ambiente sonoro, mientras salía del lugar tal cual arribó: sin un rasguño.

©The Pop Killer, 2025 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

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