Redacción Exposición Mediática.- El 7 de septiembre de 1987, hace ya 38 años, el dúo británico Pet Shop Boys lanzó un álbum que cambiaría para siempre la manera de concebir el pop electrónico: Actually.
Publicado en el Reino Unido por Parlophone y en Estados Unidos por EMI Manhattan, el disco se convirtió rápidamente en un manifiesto sonoro que no solo consolidó a Neil Tennant y Chris Lowe como referentes del synthpop, sino que también los elevó al estatus de cronistas musicales de su tiempo.
En una época marcada por la tensión política de la Guerra Fría, los excesos del capitalismo tardío y la transformación cultural de los años ochenta, Actually apareció como un espejo sofisticado que devolvía al público una versión estilizada, crítica y profundamente emocional de la realidad.
No era un simple compendio de canciones bailables: era, en esencia, un ensayo musical con ritmos programados y letras cargadas de ironía y melancolía.
Un álbum que respira sofisticación
El título mismo, Actually, es un guiño al discurso británico, a esa coletilla que se desliza en las conversaciones para suavizar o enfatizar lo dicho.
Y así es el álbum: un “en realidad” frente a la superficialidad de la cultura pop de su tiempo. Tennant y Lowe construyeron un disco que suena elegante, intelectual y al mismo tiempo accesible.
La producción, pulida hasta el más mínimo detalle, ofrecía sintetizadores brillantes, líneas de bajo profundas y una arquitectura sonora que marcó la pauta para la música electrónica de finales de los ochenta.
Desde la portada —con la icónica fotografía de Tennant bostezando en contraste con la sobriedad de Lowe—, el álbum declaraba su intención de jugar con lo serio y lo trivial, con lo sublime y lo cotidiano.
Himnos que conquistaron generaciones
Actually se sostiene sobre canciones que, con el paso de los años, se volvieron himnos.
“It’s a Sin” estalló como un grito de confesión y liberación, mezclando lo autobiográfico con la denuncia cultural. Fue número uno y aún hoy se escucha con la misma fuerza que en su estreno.
“What Have I Done to Deserve This?” trajo de vuelta a Dusty Springfield al centro del escenario y dejó una de las colaboraciones más memorables de la historia del pop.
“Heart”, con su pulsación melódica irresistible, se convirtió en otro número uno y en un clásico que representa la faceta más luminosa del dúo.
“Rent”, escrita en 1984, añadió un matiz distinto al álbum. La canción aborda la naturaleza transaccional de ciertas relaciones, reflejando una historia imaginada por Neil Tennant sobre la amante de un hombre poderoso.
Publicada como cuarto y último sencillo de Actually, alcanzó enorme repercusión: en 1988 encabezó las listas británicas durante tres semanas y, décadas después, volvió a ocupar el número uno en 2025, convirtiéndose en el cuarto y más reciente sencillo en llegar a la cima en el Reino Unido.
Su video, filmado en Eslovenia bajo la dirección de Jack Bond, contó con la actuación de Ian McKellen en un papel vampírico que subrayó la carga dramática de la canción.
Hoy, Rent se mantiene como una de las piezas más enigmáticas y queridas del repertorio del dúo.
Junto a ellos, composiciones como Shopping, King’s Cross o It Couldn’t Happen Here añadieron capas de significado, desde la crítica social hasta la reflexión íntima.
Cada canción parecía responder a una necesidad: bailar, sí, pero también pensar.
El eco cultural de los ochenta
Más allá de sus cifras —triple platino en Reino Unido, más de un millón de copias vendidas solo allí, y más de cuatro millones en todo el mundo—, lo que distingue a Actually es su lugar en la historia cultural de los años ochenta.
El álbum apareció en un momento en que la música pop coqueteaba con el exceso y la imagen se convertía en un arma de seducción masiva.
Tennant y Lowe optaron por un camino distinto: se mostraron distantes, casi fríos, pero detrás de esa fachada ofrecieron canciones cargadas de emoción y crítica.
La teatralidad de Tennant en el escenario, unida a la inexpresividad calculada de Lowe, funcionó como un contraste que desarmó clichés y ofreció un nuevo modelo de estrella pop.
El impacto en Latinoamérica y en República Dominicana
El alcance de Actually fue global. Sus canciones no solo sonaron en Europa y toda Norteamérica; también encontraron eco en Latinoamérica, donde el synthpop inglés dialogaba con juventudes ansiosas de modernidad.
En República Dominicana, donde se presentaron el 1 de noviembre de 2004, en el anfiteatro de Altos de Chsvón en La Romana, la huella de Pet Shop Boys ha sido constante, con una base de seguidores fieles que reconocen en su música un puente entre el baile y la reflexión.
Entre ellos destaca Marcos Sánchez, conocido artísticamente como Mark Rumors. Locutor, profesor de inglés, articulista, actor, creativo y escritor, Sánchez es el fanático, coleccionista y conocedor más popular de Pet Shop Boys en su natal La Romana.
Seguidor de la banda desde 1986, posee toda su discografía en múltiples formatos, incluidos cassettes y vinilos. Su pasión es testimonio de cómo Actually y el universo creativo de Tennant y Lowe trascendieron barreras geográficas y generacionales, convirtiéndose en una banda sonora personal y colectiva.
El legado de Actually
Hoy, al cumplirse 38 años de su lanzamiento, Actually no es solo un disco del pasado. Es un referente, un punto de inflexión en la historia del pop que continúa inspirando a artistas y oyentes. Su mezcla de sofisticación musical, lirismo incisivo y sensibilidad social lo mantiene vivo en la memoria cultural.
Pet Shop Boys demostraron con este álbum que el pop podía ser elegante sin perder fuerza comercial, intelectual sin dejar de ser bailable, crítico sin renunciar a la emoción.
Actually es, en definitiva, la confirmación de que la música popular puede alcanzar estatura de arte sin abandonar la pista de baile.
Síntesis
A casi cuatro décadas de distancia, revisitar Actually es redescubrir la capacidad de la música para acompañar, interpelar y trascender.
En cada compás, Tennant y Lowe ofrecieron no solo melodías, sino preguntas; no solo estribillos, sino retratos de época.
Quizá por eso el álbum se mantiene tan vigente. Porque más allá de sus cifras y reconocimientos, Actually sigue recordándonos que el pop, cuando se hace con inteligencia y sensibilidad, puede ser tan eterno como un clásico literario o una gran película.
Y que, en ese cruce entre el artificio y la autenticidad, Pet Shop Boys encontraron su verdad musical.