Por Rebeca Henríquez (vía Fundacion Derechos Humanos Global)

La delincuencia se define como la cualidad de delinquir, es decir, el acto de cometer uno o más delitos que violan las leyes de un país o sociedad, afectando a sus miembros y el patrimonio del Estado. También puede referirse al conjunto de todos los delitos cometidos en un lugar y tiempo específico, o a la colectividad de delincuentes.

Tipos de delincuencia

Delincuencia organizada: Cometida por grupos jerarquizados con roles específicos, como el narcotráfico.

Delincuencia individual: Actos delictivos realizados por una sola persona, a menudo de menor escala, como robos o vandalismo.

Ciberdelincuencia: Toda actividad ilícita realizada a través de internet

La delincuencia en la República Dominicana

La delincuencia en la República Dominicana ha sido un tema recurrente en el debate público, especialmente en relación con las estadísticas de homicidios y otros delitos.

Según los últimos informes, la tasa de homicidios ha mostrado una leve disminución, situándose en 8.22 por cada 100,000 habitantes en julio de 2025. Sin embargo, la percepción de inseguridad persiste, y muchos ciudadanos continúan sintiéndose vulnerables.

Causas de la Delincuencia

La delincuencia en el país no puede atribuirse únicamente a la Policía Nacional. Aunque su papel es crucial en la prevención y el control del crimen, el sistema de justicia juega un papel igualmente importante. La aplicación débil de las leyes y la falta de consecuencias severas para los delincuentes permiten que muchos antisociales operen con impunidad.

• Impunidad : La falta de un sistema judicial efectivo que garantice la aplicación de penas justas y contundentes crea un ambiente donde el crimen puede prosperar. La garantía económica y otras medidas que favorecen a los delincuentes contribuyen a esta impunidad, debilitando la confianza de la ciudadanía en las instituciones.

Factores Sociales y Económicos: La pobreza, la falta de oportunidades y la desigualdad social son factores que alimentan la delincuencia. Muchos jóvenes, al no encontrar alternativas viables, se ven empujados hacia actividades delictivas.

Desigualdad social y exclusión: Son problemas subyacentes que pueden propiciar la delincuencia.

Factores políticos: La corrupción y la debilidad institucional pueden favorecer la expansión del crimen organizado.

Factores económicos: La falta de oportunidades puede llevar a la inadaptación y la comisión de delitos.

Factores ambientales y culturales: La presencia de armas, drogas y alcohol, así como la concentración de población en las ciudades, también pueden incidir en los niveles de delincuencia.

Educación y Prevención: Es fundamental invertir en programas educativos y de prevención que ofrezcan a los jóvenes alternativas al crimen. La educación es una herramienta poderosa que puede romper el ciclo de la delincuencia.

Fenómeno social complejo: Afecta la convivencia, la seguridad y el desarrollo social de una comunidad.
Inadaptación social: Puede ser vista como un fracaso de la persona para adaptarse a las normas y demandas de la sociedad.

Sanciones y penas: Los delincuentes son penados por el sistema de justicia, que aplica castigos como la prisión para reprobar la acción y, en algunos casos, buscar su reinserción social.

Responsabilidad compartida

So bien es cierto que se prevé el Estado tiene la función de proteger a los ciudadanos, garantizar la seguridad y el cumplimiento de la ley mediante la policía y el sistema judicial, tampoco es menos cierto que una cuota de responsabilidad ciudadana entra en la ecuación.

En el caso de los abusos policiales, no se debe echar toda la culpa a la Policía. Si bien es cierto que hay áreas donde se puede mejorar, el sistema judicial debe ser fortalecido para asegurar que las leyes se apliquen de manera efectiva.

La colaboración entre las fuerzas del orden, el sistema de justicia y la comunidad es esencial para combatir la delincuencia de manera efectiva.

Conclusión

La lucha contra la delincuencia en la República Dominicana requiere un enfoque integral que incluya la mejora de la Policía, pero también una reforma del sistema judicial y un compromiso social para abordar las causas subyacentes. Solo así podremos construir una sociedad más segura y justa para todos.

La responsabilidad es compartida, y es tiempo de exigir que se aplique todo el peso de la ley a quienes eligen el camino del delito, garantizando así un futuro más seguro para nuestra nación.

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