Por Antonio Corcino

Siendo el turismo una actividad que no solo es un viaje que conecta culturas y voluntades, sino que también asocia, integra y dinamiza a sectores de distintas áreas de la economía, lo consolida como una de las industrias capitales para la República Dominicana y el mundo.

Como generador de divisas, empleos e inversiones. Representa un aliado estratégico para la banca, la que lo reconoce como un cliente sólido y, al mismo tiempo, afirma que opera como un motor capaz de transformar comunidades, modernizar infraestructuras y proyectar al país como destino competitivo en el Caribe y a nivel global.

De esta fructífera relación aflora una alianza virtuosa: la banca abre carteras de crédito específicas para el turismo, como el de la hotelera, que hoy está fortificado dentro de la cadena de valor del turismo dominicano. La intermediación bancaria, más que financiar proyectos, de alguno es garante de estabilidad, impulsa la sostenibilidad y, en última instancia, se convierte en promotora activa del desarrollo nacional.

Banca dominicana consolida la inversión

Condicionado por la rentabilidad, la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA) reportó que la cartera de crédito al turismo cerró en RD$113,784 millones en 2024, con un crecimiento del 3.4 % respecto a 2023. Solo en los dos primeros meses proyecta su consolidación en el 2025, pues ya el financiamiento alcanzó RD$114,570 millones.

Estos recursos se destinan básicamente para la construcción, remodelación de hoteles y capital de trabajo en proyectos localizados en zonas emergentes como Miches, Punta Bergantín y Cabo Rojo. Estos préstamos de alguna manera fortalecen a este sector que en el 2024 generó US$10,974 millones en divisas y representa el 25 % de las exportaciones del país.

Banreservas: pilar y embajador de confianza

Un ejemplo valioso lo es el Banco de Reservas (Banreservas), el cual ha puesto a la disposición más de RD$60,000 millones en préstamos. El 44 % de la cartera crediticia del sector, lo que significa que financia aproximadamente el 65 % de las infraestructuras hoteleras. —lo que lo posiciona como el pilar financiero del turismo dominicano. Su liderazgo es evidente en proyectos emblemáticos de Miches, Cabo Rojo y Samaná, además de parques temáticos y turismo de salud en Santiago.

En el marco de la feria Top Resa 2025, el banco anunció acuerdos que aportarán más de 5,700 nuevas habitaciones a Miches, destino emergente que concentra el 70 % de las inversiones canalizadas por Banreservas. Este respaldo no solo financia infraestructuras, sino que también proyecta confianza, estabilidad y seguridad jurídica para atraer capital extranjero.

Banco Popular: pionero y socio estratégico

A lo largo del desarrollo turístico, el Banco Popular Dominicano, que por más de tres décadas ha estado presente, ha sido un aliado clave de este sector dominicano. Ha financiado la modernización y construcción de decenas de complejos turísticos. En el marco de FITUR 2025, firmó proyectos por US$6,200 millones, de los cuales aportará US$2,500 millones en financiamiento.

Esta intermediación se ha traducido en 16,000 nuevas habitaciones hoteleras financiadas, operando cerca de 24,000 habitaciones, generando 184,000 empleos directos e indirectos.

No es casual que el Grupo Financiero Popular encabece una cartera acumulada de RD$96,570 millones, un 39 % del total. Además, ha diversificado fuentes de financiamiento mediante el mercado de valores y adquisiciones estratégicas como el 25 % de Meliá Paradisus Palma Real y ZEL Punta Cana a través de AFI Popular y AFP Popular.

Banco BHD: sostenibilidad en la mira

Sin embargo, el Banco BHD se distingue por integrar sostenibilidad en su visión de financiamiento turístico. El financiamiento de los bancos locales al sector turístico ha crecido a una tasa promedio de 9.4 %. En los últimos 5 años, el turismo representa un 21.0 % de su cartera corporativa, señaló Guillermo Méndez, vicepresidente ejecutivo de Banca Corporativa y Empresarial del Banco BHD.

Con más de US$850 millones en préstamos, ha impulsado proyectos desde Puerto Plata hasta Punta Cana y Miches. Su enfoque combina infraestructura turística con responsabilidad social y ambiental.

Perspectivas de crecimiento y caso Miches

Según el Banco Central, la Inversión Extranjera Directa (IED) en turismo alcanzó US$4,523 millones en 2024 y podría superar los US$4,860 millones en 2025. Este crecimiento exige el acompañamiento de la banca no solo en hoteles, sino también en aeropuertos, puertos, parques temáticos y turismo médico.

El caso de Miches ejemplifica esta sinergia: gracias al financiamiento de Banreservas, el municipio concentra el 65 % de sus nuevas habitaciones en proyectos respaldados por la banca, lo que genera empleos, activa el comercio local y fortalece la cohesión social.

Por su nivel de participación, la banca dominicana representa un considerable socio y un pertinente engranaje del turismo; su aporte trasciende más allá de su rol de financista, actuando como impulsor estratégico y garante de confianza. De donde esa fructífera relación, el Banreservas aporta estabilidad y proyección internacional; el Banco Popular suma innovación y liderazgo global; y el BHD imprime sostenibilidad y responsabilidad social.

Este trípode financiero sostiene a la industria turística dominicana, que no solo suma cifras récord en divisas e inversión extranjera, sino que también transforma territorios y comunidades.
En estos últimos años hemos evidenciado que más que financiar hoteles, ha financiado el futuro: cada crédito autorizado es un puente entre inversión y desarrollo, entre turismo y bienestar, asegurando que nuestro país continúe siendo un referente en el Caribe como destino turístico y ejemplo de competitividad global.

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