Por: Marcos José Núñez

“Alofoke” como nuevo gurú mediático es una realidad expansiva cada vez más exitosa en las distintas versiones o programas en que se presenta al público local y se proyecta con un decidido perfil internacional.

El reality que ha montado en sus dos versiones desde un minúsculo país del Caribe central, ha llamado poderosamente la atención, demostrando las capacidades de que hace gala todo su equipo de creadores y realizadores.

“La Casa de Alofoke” se metió de cabeza en los hogares dominicanos, entreteniendo durante horas a millones de personas que desde cualquier dispositivo se conectaron para ver en vivo un espectáculo bien montado.

He leído en los últimos días, semanas y meses, algunas críticas como también muchos defensores de un modelo de entretenimiento que si bien no es nuevo, hay que reconocer que innovó lo suficiente.

Se dice entre los que se muestran contrarios al contenido, que se trata de un tipo de show que promueve la vulgaridad, el destape, el morbo, la descomposición social, los antivalores, la inmoralidad, etc., etc., etc,.

Hay puntos válidos en una parte de lo que se critica de esa clase de producciones, sin embargo -y que conste que no hago ejercicio de hipocresía-, entrarle como a la conga al ideólogo del reality, no resuelve el problema.

Santiago Matías es un tipo virtuoso, talentoso, atrevido, audaz, competitivo, agresivo, ambicioso y tenaz que ha sabido aprovechar gran parte de lo que somos como sociedad para darle un uso beneficioso.

Un uso beneficioso que ha sido ampliamente compartido y que muestra la escala de grises en que nos movemos, no sólo los seres humanos en general sino el pueblo dominicano de esta época en particular.

¿Qué hacer frente a eso? Escandalizarnos de forma permanente? Nos rasgamos las vestiduras? Lo condenamos figurativamente a la hoguera? ¿Convertimos medios adversos al fenómeno en pelotones de fusilamiento?

Pienso que en vez de atacar duro, lo cual es lícito hacer pero poco efectivo, debemos enfocarnos en crear condiciones favorables para reforzar la educación hogareña, la instrucción escolar y elevar la conciencia ciudadana.

El Ministerio de Educación ha adoptado a partir del presente año escolar 2025-2026, la reintroducción de “Moral y Cívica” como materia obligatoria del pensum académico en escuelas y colegios de todo el país.

Creo que es una medida correcta por parte de las autoridades nacionales, el ir trabajando en medidas correctivas y reivindicatorias para retomar antiguas sendas que pueden coadyuvar a mejorar un poco las cosas.

Combatir lo que se considera negativo, realzando lo negativo, no creo que contribuya a lograr reducir lo que se percibe como un factor de deterioro sino más bien debe haber acciones en una onda claramente positiva.

No se gana nada queriendo quitar, queriendo abolir, queriendo eliminar de manera pura y simple lo que proyecta Alofoke Media Group porque a decir verdad, sus transmisiones aunque producidas o guionizadas, presentan la parte cruda y menos luminosa de lo que somos la mayoría en términos reales con cámaras o sin ellas.

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