Por Juan Julio Báez Contreras

“Don Juan, si usted fuera el dueño de esta emisora, cuál sería el puesto que yo tendría en ella”, le preguntó uno de los locutores que trabajaba en La FM 107.5 Stereo, propiedad de don Frank Micheli.

No recuerdo bien, si estábamos en uno de esos famosos operativos de Semana Santa, que con motivo de la Semana Mayor, se transmitían por todas las emisoras que integraban el circuito Micheli y que tenía una audiencia extraordinaria o era en una de esas acostumbradas reuniones mensuales que solía hacer don Frank con todo el personal, generalmente el último viernes de cada mes.

Independientemente de lo que fuera lo cierto es, que casi todo el personal que trabajaba para el circuito Micheli estaba allí y mi padre, quien mucho antes de que yo naciera había estado trabajando con don Frank Micheli, también.

Me comentó don Jorge Anthony, uno de los grandes amigos de mi padre desde su infancia y padrino de mi hermana Manuela; que antes del boss, trabajar en las transmisiones de la Liga de Verano del Beisbol, con el equipo Azucareros del Este, cuyos partidos se celebraban en el Buena Vista Park, donde además de la narración de mi padre, participaban don Rafael Torres en los comentarios y el propio Jorge Anthony como voz comercial.

Mi padre transmitió por radio La Voz del Papagayo y La Voz de La Romana, par de veladas de Boxeo. También participó en transmisiones de la pelota de la liga provincial, donde el equipo Papagayo era uno de los grandes trabucos del beisbol doble A, de La Romana. Este conjunto, junto al de Jabón Hispano y el del Ingenio Porvenir en San Pedro de Macorís, sostuvieron una gran rivalidad en esos años, que tiempo después fue continuada por la de Los Azucareros Toros del Este y Las Estrellas Orientales en el béisbol invernal donde se creó la famosa serie de La Caña, la cual se le otorgaba un trofeo al ganador de la serie particular entre ambos equipos, dicha serie en las últimas temporadas ha sido ganada por el equipo de la Sultana del Este.

También estuvieron transmitiendo en las regionales desde el estadio Tetelo Vargas en San Pedro de Macorís y en el estadio Quisqueya en la capital en campeonatos nacionales de beisbol, la primera narración del boss, en pelota la realizó precisamente en uno de esos torneos desde el séptimo cielo, del estadio Quisqueya.

En esa histórica transmisión estuvieron Frank Micheli, Juan Baez y Andres Padua Naranjo en la narración, Rafael Mejia comentarista y Jorge Anthony en los comerciales. Todo esto ocurrió entre los años 1969 y 1971. Mi padre se mantuvo desde esa fecha, narrando indistintamente peleas de boxeo, sóftbol y béisbol, durante más de 55 años, de los 82 que el Señor le permitió vivir en su paso por la tierra. Narró en la Gran Cadena de la Calidad, en la de Deportes en la Cumbre, en la Cadena Deportiva Oriental y otras cadenas especializadas en la transmisión del béisbol de las Grandes Ligas. También para la cadena Fox, ESPN, en la Serie del Caribe; así como con Las Estrellas Orientales, los desaparecidos Caimanes del Sur, para Los Leones del Escogido y para la de Los Toros del Este, siendo un toro de corazón hasta el último aliento de su vida. Fue también parte de la cadena en español de los Medias Rojas de Boston, en la época en la que Pedro Martínez y Manny Ramírez, eran las principales figuras de ese equipo, llegando a ser Pedro el Grande, el pelotero mejor pagado de su tiempo.

En lo que respecta a la reunión celebrada en las oficinas del señor Micheli, demás está decirles, que en esa época el gran grupo de comunicadores que había en la FM 107.5 Stereo, no era segundo de nadie en toda la República Dominicana. Figuras como Manuel De Jesús, Marcos Mañana, Patricio Fernández, Luis Armando Muñoz Bryan, Lincoln Rivera Medina, Florentino Durán, Felipe Hunt, Julio Perello, Maximo Contreras, Raymonie Eusebio, Manuel Joaquín Garrido, quien escribe y muchos otros más, según la opinión del boss, constituíamos “la crema, de la crema”, de la comunicación.

En ese periodo de Semana Santa, peinábamos calles, balnearios y carreteras con tal de mantener informado a la gran y vasta audiencia que seguían el Operativo Semana Santa, en toda la región Este de la República Dominicana. Recuerdo que Patricio Fernández, era el encargado de grabar la promoción de esa actividad, al igual que Manuel De Jesús, los cuales al terminar la promoción decían al inicio: “El equipo está en las calles…..” y al terminar: “Demasiado fuerte el equipo “. Y realmente éramos demasiados fuertes. Siempre juntos, calle arriba y calle abajo. Aunque era amigo de todos ellos, mi pana full y hermano del alma, lo constituía Felipe Hunt, con quien realizaba el programa Sábado Sensacional, que se convirtió en un fenómeno de popularidad. Lo iniciamos en el 1988 y todavía 20 años después gozábamos del aprecio y del cariño de mucha gente. Otro espacio de mucha audiencia, lo constituyó el programa de los Cachetines, con Henry Polanco y Marcos Mañana. A quien yo bauticé como el gordito de Cachetin.

Al terminar la reunión de todo el personal, nos quedamos hablando entre nosotros y es ahí cuando, nuestro colega, Osiris Guzmán le hace la pregunta a mi padre, quien aunque no trabajaba en el operativo, andaba conmigo ese día. El boss, con su rostro imperturbable le dice a Osiris te tengo el puesto ideal, en una emisora de mi propiedad. Osiris le pregunta, acaso yo sería el director de esa emisora? No. Le responde mi padre. Sería entonces el que anime el bloque musical de la mañana o el de la tarde? indaga el señor Guzmán. De nuevo una negativa por respuesta de parte del boss.

Don Juan y entonces, cuál sería mi posición en esa emisora? Ya que no seré director, ni musicalizador? A lo que mi padre con una ataraxia increíble, le responde, con un palo de escoba que había encontrado no se donde: “El puesto tuyo, sería de conserje, toma la escoba para que arranques ahora mismo”. Osiris se quedó estupefacto. Mientras todos nosotros nos reíamos de las cosas de Juan Báez.

En otra ocasión, nos tocaba transmitir desde la cabina de Radio Juventud 1250 AM, uno de los partidos de Grandes Ligas y la persona que tenía que ayudarnos en los controles, era Yiri Mercedes, que era apenas un muchacho en ese entonces. Por alguna razón Yiri, llegó tarde. Y si había algo que él Boss detestaba era la impuntualidad. En una oportunidad le dijo a Manuel De Jesús: “Vas a llegar tarde a tu entierro “. A Yiri por su parte, le comentó lo siguiente: “Yo vengo trabajando con Frank Micheli, desde la década de los 60 en la desaparecida La Voz del Papagayo (que fuera una de las primeras estaciones de radio que se fundaron en República Dominicana, quizás un par de meses más tarde que Radio HIH, la del ingeniero Frank Hatton, que históricamente es señalada como la que ocupa tal distinción) y realmente no entiendo lo que le pasa a mi amigo Frank Micheli, se ha puesto viejo, una impuntualidad como la de Yiri, en su época era inaceptable. Usted sabe lo que es eso, poner sus emisoras que valen tanto dinero, en las manos de un tal Yiri. “. Hasta el día de hoy, siendo ya Yiri Mercedes un destacado ingeniero eléctrico, cada vez que nos vemos lo saludo como: “Un tal Yiri”. Lo que provoca risa entre ambos.

Así de franco y expresivo era Juan Báez. No más. No menos.
Mi padre fue un gran personaje. La gente solía amarlo con sus virtudes y sus defectos. Logró admiración por la manera tan fácil que hacía parecer las cosas más difíciles. Decía que el talento sin disciplina era la peor tragedia que le podía suceder a un ser humano. Por eso era tan rígido y muy intransigente, ya que también decía que solamente había una forma de hacer las cosas y era hacerlas bien. Trataba siempre de sacar lo mejor de los demás, aunque con métodos pocos convencionales. Uno de sus axiomas favoritos eran: “Si eres mantenido por tus padres y tu única obligación es estudiar, no tienes derecho a quemarte, ni a sacar malas notas. Si lo haces sería una gran iniquidad de tu parte”.

La mayor ofensa que le podía hacer al boss, era llegarle aunque fuera un minuto tarde a un compromiso. Era exagerado con la puntualidad. Si le tocaba viajar fuera del país, estaba cinco y seis horas antes de la salida de su vuelo en el aeropuerto. Costumbre esta que yo heredé y que aunque mis hijos me relajan por ello; hacerlo así nos ha evitado que nos dejara el avión por lo menos en dos ocasiones. Hubo un par de veces en las que por error había tomado equivocado el pasaporte de mi hijo, creyendo que era el mío y al presentarlo al counter en el aeropuerto me di cuenta del error y pude llamar a que me lo llevaran desde La Romana a la capital y a pesar de que se tomaron más de una hora en llevarlo, pude tomar mi vuelo sin inconvenientes.

En cuanto a mi padre, puedo a viva voz decir, que pudo hacer realidad sus sueños. Pudo lograr sus metas. Fue profeta en su pueblo. Y murió siendo un verdadero icono de la comunidad. Siendo Marca País.

Nota: Este extracto corresponde a una serie anecdotaria publicada originalmente en Facebook, original de Juan Julio Báez Contreras en memoria de su fallecido padre. Esta reproducción de la misma en Exposición Mediática, cuenta con su aprobación.

Loading