Por Lester McKenzie

La vida práctica nos enseña que no hay ganancia sin pérdida, que para que haya adelanto debe haber destrucción. Mientras se pasa de un escenario técnico a otro, creo es necesario hacer un balance. No es solamente ver lo que se ha ganado sino permanecer atentos a lo que se está perdiendo en el plano vital y humano.

El teléfono y el correo electrónico hacen obsoletos al correo tradicional, a aquella siempre esperada carta o aquel inolvidable telegrama, el ascensor nos priva de las escaleras, el automóvil de movilizarnos a pie y las modernas autovías reducen a su mínima expresión el contacto directo, el sabor, el olor al pasar por los pueblos y la siempre afable sonrisa de su gente, ya que por las circunvalaciones no es necesario pasar por ellos en el trayecto. Por lo tanto es preciso estar conscientes de la perdida para encontrar hábitos que nos permitan compensar aquello de lo que hemos prescindido.

Toda nueva técnica conlleva consigo un gran riesgo de accidente: Un buque puede naufragar, el Titanic, por ejemplo, una central nuclear puede tener un escape que afecte a sus trabajadores y el entorno como en Chernovil y los accidentes de vehículos dejan en las carreteras miles de muertos al año a nivel mundial.

Los desastres ecológicos producidos por la navegación aérea, las grandes empresas con sus enormes chimeneas, los vertidos de petróleo, las radiaciones peligrosas, por mencionar de los más destacados, son un verdadero riesgo para todo el planeta sin pasar por alto el más peligroso de todos: La mano del hombre que está desencadenando muchos de los fenómenos meteorológicos extremos que inundan ciudades, secan cultivos y reducen viviendas a montones de escombros y tablones de madera, por lo que podríamos decir que el hombre es un huracán para el hombre, responsable de una sequía, o una inundación, o de la ola de calor que nos azota, o una lluvia torrencial.

Por otro lado, como en el caso de Fukushima, ocurre que el propio desastre genera grandes inconvenientes medioambientales que aunque el hombre trate de limitar implican grandes extensiones de terreno con sus ecosistemas.

Pero hay otro “Gran Problema” de palpitante actualidad también causado por la mano del hombre sobre el cual me he estado preguntando y que desde hace un tiempo nos está dando claras señales de cuáles serían sus resultados y me estoy refiriendo basado en el tema central de nuestra Lectura de hoy a lo siguiente: Cuál será el accidente especifico que ocasionara el Internet y las redes informáticas o las sociales en un futuro a corto, mediano y largo plazo? En cada paso hacia el progreso debemos medir tanto el avance como las perdidas irreversibles que se generan y por lo que se observa, en un porcentaje, los resultados ya son catastróficos.

EL DÍA QUE LA TECNOLOGÍA SOBREPASE AL HUMANO, TENDREMOS UNA SOCIEDAD DE IDIOTAS.

Ninguna familia es perfecta, se discute, hasta se deja de hablar el uno al otro, pero al final familia es familia. ¡La más grande bendición que recibimos del Dios de Amor es la familia y disfrutemos de este hermoso dia en su gracia!

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