Por Lester McKenzie

La pasiones nos inducen a obrar y a razonar mal, equivocadamente, porque condicionan de forma negativa nuestra mente.

El odio, el amor, la venganza, etc., pueden tener carácter pasional cuando tienen tal intensidad que incluso escapan al control de la voluntad, si ésta no se aplica con una disciplina férrea.

Con la pasión el ser humano se abandona a las inclinaciones de su vida afectiva, mientras que deja un poco de lado los contenidos racionales de su comportamiento.

En cada error, en cada juicio injusto sobre nuestro prójimo, es fácil descubrir la animosidad, el resentimiento o la envidia como su causa oculta.

Nuestro pensamiento tiene escasa autonomía para juzgar bien las cosas y ello es así porque detrás de cada pensamiento está el hombre, y detrás de cada hombre están sus pasiones, siempre vivas, siempre activas.

Son ellas (las pasiones) las que nos impulsan a afirmar lo que nuestra mente no ve, las que causan la precipitación de nuestros juicios.

Es muy lamentable reconocer que en la actualidad, a diario, los medios de comunicación nos muestran cuantas gravísimas equivocaciones, muchas de ellas con su secuela de llanto, de dolor, se dan cada vez que se afrontan los problemas humanos con pasión, y que difícil es que brote allí la luz de la lógica, del sentido común, donde los ánimos se hayan encontrado.

Con la pasión el ser humano se abandona a las inclinaciones de su vida afectiva, mientras que deja un poco de lado los contenidos racionales de su comportamiento … “Impera el corazón sobre la razón”.

El mundo es un hervidero de ideas confrontadas en muchas ocasiones sin posibilidad de entendimiento, justamente porque se confrontan las pasiones.

Nuestros razonamientos no hacen más que secundar los dictados e impulsos de nuestro sentimiento, y si el amor es la herramienta que nos lleva al verdadero conocimiento de los hombres, la animosidad o el odio nos condenan a no ser objetivos en lo que concierne a la visión con respecto a nuestro prójimo.

Ayudemos a pasar a la próxima pagina con carácter de urgencia a ver si en ella encontramos la fórmula para lograr que el sentido común, que es el menos común de los sentidos, sea el instrumento a través del cual superemos esta triste realidad.

¡Feliz domingo para todos, en familia, como debe ser y tomemos en cuenta que la pasión por lo que hacemos nos hará entender que los limites son mentales!

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