Las olas del tsunami inundan una zona después de que un poderoso terremoto de magnitud 8,8 azotara la península de Kamchatka, en Rusia. (Foto: Reuters).
Redacción Exposición Mediática.- El 29 de julio de 2025, un terremoto de magnitud 8.8 Mw, calificado como uno de los más poderosos registrados en los últimos 120 años, sacudió las aguas frente a la península de Kamchatka, en la costa este de Rusia.
Producido a una profundidad de apenas 21 kilómetros, el sismo generó una violenta ola sísmica que activó alertas de tsunami en todo el océano Pacífico.
Contexto tectónico
La región de Kamchatka se encuentra sobre la zona de subducción entre la placa del Pacífico y la placa de Okhotsk/Norteamericana. Es un corredor tectónico altamente activo, con antecedentes de terremotos gigantes, como el de magnitude 9.0 ocurrido en 1952 que causó tsunamis devastadores.
La secuencia sísmica
Diez días antes, el 20 de julio, una serie de movimientos sísmicos —incluido un sismo de magnitud 7.4— alertaron sobre una posible inestabilidad creciente en la zona.
Alerta máxima y evacuaciones
Las autoridades rusas activaron una alerta de tsunami inmediata para zonas costeras en Kamchatka y las Kuriles, donde se registraron olas de hasta 15 metros, aunque en zonas habitadas bajaron a 4–6 metros.
En Japón, cerca de 2 millones de personas fueron evacuadas, incluidas brigadas del complejo nuclear de Fukushima, actualmente bajo precauciones operativas.
Hawái, la costa oeste de EE. UU. y la provincia de British Columbia activaron alertas y evacuaciones preventivas. Se registraron olas en Hawái de entre 1,2 y 1,5 metros y fuertes corrientes peligrosas en California y Oregón.
También se alertó a países de Sudamérica y Oceanía, incluyendo Chile, Perú, Ecuador y Nueva Zelanda, aunque con olas menores o fuertes corrientes.
Impacto controlado
A pesar de la magnitud histórica del terremoto, no se reportaron víctimas fatales ni daños estructurales graves. Las movilizaciones lograron limitar el impacto humano y evitar una tragedia mayor.
Una erupción inesperada
En medio de la crisis telúrica, el cercano volcán Klyuchevskoy entró en actividad eruptiva, expulsando lava y ceniza y sumándose a la emergencia natural en la zona.
Balance final
Este sismo de 8.8 Mw marca un momento histórico: el mayor en Rusia desde 1952 y uno de los más potentes registrados desde el devastador terremoto de Tōhoku en Japón en 2011. La existencia de sistemas de alerta eficientes, combinada con una respuesta ágil de autoridades globales, evitó una catástrofe humanitaria.
Este evento subraya la necesidad de fortalecer la preparación ante desastres, especialmente en zonas de alta actividad sísmica como el Círculo de Fuego del Pacífico. Y recuerda que, incluso en la adversidad, la ciencia y la prevención pueden salvar vidas.