Por Mark Rumors
Una vez arribaron a la estación policial, cada quien se ocupó de iniciar sus respectivas tareas e iniciar a armar el posible escenario para dar con el responsable.
Tras un lapso de horas, llega Martínez visiblemente agotado:
-Tengo lo que me pediste Löwenthal: 27 celulares de igual número de personas que se encontraban realizando sus mejores poses hedonistas en el lugar del asesinato
-Excelente noticia Martínez. ¿Los revisaste todos?
-Sí. También las redes sociales de todos los detenidos para estos fines y las galerías de fotos, sus respectivos WhatsApps, Facebooks, Tik Toks, canales de You Tube, Instagram y X. Ninguno transmitió en vivo del lado donde estaba sentado el sospechoso. Es como si conociera exactamente dónde se sentaría ubicándose en un punto muerto ante las cámaras del lugar
-¿Estás diciéndome que revisaste 27 celulares durante una noche de juerga en uno de los bares más chics de la ciudad y ninguna, absolutamente ninguna de esas personas tomó fotos en perspectiva, selfies o grabaron un en vivo que pudiera verse el sospechoso?
-Tal cual lo dije y acabas de corroborar indirectamente Löwenthal
-¡Tengo noticias para tí Martínez!
-¿Y ese ánimo? ¿Acaso averiguaste algo por otra vía?
-No. La noticia es que volveremos a revisar esos teléfonos detenidamente porque de todas las cámaras internas del área de baile, la única que lo podía visualizar, tenía precisamente a la víctima en frente suyo y de espaldas al radio de visibilidad de la cámara, ocultando totalmente al sospechoso.
-Bueno…. (se rasca la cabeza y mira con dudas)
-¡¿Qué Martínez?! ¿Hay algo que no me estás diciendo?
-…faltarían los celulares de los valet parking y el del bartender del área de baile…
-¡Llama inmediatamente al gerente del lugar! ¡Necesitamos ya mismo esos celulares!
-¡Sí, señor!
-Y una pregunta clave Martínez: ¿No se supone que en el segundo nivel hay un mini bar y por ende, otro bartender?
-Sí y le interrogamos, pero dijo que no les prestó servicio porque su compañero del primer nivel le hizo señas que tenía bajo su control a esos clientes y precisó que se sentaron en un área de luz tenue, lo que no le brindaba una perspectiva clara del sospechoso
-¿Qué hay de la seguridad? ¿No hay alguien apostado en la entrada discrecional?
-Sí y no. Para acceder se acciona un botón externo y uno de los empleados de seguridad abre por dentro al ver la intermitencia de una diminuta bombilla roja en la parte superior del marco interno de la puerta de acceso. No hay alguien fijo allí, sino que paulatinamente uno de los cuatro miembros de la seguridad interna, verifica visualmente esa entrada por unos instantes y luego vuelve a su puesto…
-…a lo que nos lleva que efectivamente sí hubo alguien que le abrió la puerta de acceso discrecional al sospechoso.
-¡Ciertamente! Le interrogué y solo dijo que amablemente, con voz firme, el cliente agradeció el gesto, pero que usualmente y por política de privacidad del lugar, no suelen tener contado visual directo con ese tipo de clientes, por lo que le dejó entrar y sí dijo que llevaba un impermeable con capucha, pero ese pasillo no es muy iluminado, por lo que resulta difícil describir a alguien en esas circunstancias y con la premura del accionar
-¿Y los restantes celulares de esos empleados de seguridad?
-Tienen instrucciones de no usarlos en horario laboral para evitar distraerse. Los depositan en la oficina del gerente hasta agotar sus respectivos turnos
-¿Qué hay de las cámaras externas a dos cuadras antes del lugar?
-Visibilidad prácticamente nula y borrosa debido al fuerte aguacero. Se nota amplio flujo vehicular, pero no se distingue persona alguna caminando en las aceras de ambos extremos, señor
-¡Vaya! Estamos persiguiendo a un fantasma calculador. Bien. Procedamos entonces con los celulares nuevamente, incluidos los restantes móviles de los valet parking y el del bar tender del primer piso
-¡Sí… Se…ñor…!
-Y Martínez…
-¿Sí señor?
-¿Revisaste los vídeos de esa noche previo al bar iniciar sus operaciones del día? Ese sujeto debió llegar en un momento que se divisara ante las cámaras una vez se sentó en el punto ciego
-Según pietaje revisado, nuestro sospechoso sabía lo que haría y conocía el lugar porque manejamos la hipótesis de que él citó a la víctima al lugar y en el vídeo se le ve acceder por la parte trasera que entran clientes discrecionales con intención de ir directamente al segundo nivel. El muy hábil tenía capa de lluvia con capucha por lo que no se distingue.
-Y una vez dentro se la quitó sin duda. Alguien tuvo que haber visto a ese hombre una vez que se sentó en esa área y ordenó lo que tomaba…
-Löwenthal, con todo respeto: No obtuve el nivel de tus calificaciones, pero no olvides que también me gradúe en la misma universidad. Hice mi tarea de campo y este tipo nos lleva un paso adelante. Sabía exactamente lo que haría y calculó con detalle su plan. Estaba sentado a escasos metros de la escalera de espiral que da al segundo nivel y calculó que el ruido allí impediría dialogar libremente por lo que dejó que la víctima tomara la iniciativa.
-¿Entonces según tu teoría él ya tenía planes de asesinarla en una de las habitaciones, Martínez?
-No puedo corroborar eso. Intuyo que para desgracia de la víctima y beneficio de su propósito, el sospechoso celebró calladamente el hecho de subir al segundo nivel y luego ir a la habitación.
-Suena razonable. Buen trabajo. Volvamos al pendiente de los teléfonos de los empleados restantes por verificar sumados a los previos 27
-¡Sí, señor!
-Ah y Martínez…
-¿Sí?
-Nos graduamos en la misma universidad. No en la misma especialidad. Coincidimos en la práctica de precisión de tiro, donde efectivamente obtuviste elevadas calificaciones. No vuelvas a cuestionar mi proceder. ¿Bien?
-¡Sí Detective Löwenthal!
-¡Apresúrate! ¡Tenemos un criminal por arrestar!
El Detective Löwenthal se queda pensativo, repasando detenidamente toda la información colectada paso por paso, dándose cuenta que tendrá no solo que poner en práctica su pericia en el ámbito criminológico, sino que se está enfrentando a un adversario calculador que podría incluso, ser más hábil e inteligente que él.
En medio de su trance analítico, suena el teléfono de su escritorio.
-Detective Löwenthal, para servirle
-Gracias Detective, le hablamos de balística y también le tenemos los resultados de ADN, éstos últimos le adelanto que son nulos ya que el sospechoso usó guantes de cuero
-Gracias. ¿Es posible enviarme eso aquí a mi oficina?
-Sí, señor. De hecho, nos dieron instrucciones expresas de esa parte.
-Gracias nuevamente
Acostumbrado a resolver casos complejos y en tiempo relativamente no prolongado, el Detective Löwenthal seguía mentalmente repasando lo analizado cual si fuese un audiovisual en cámara lenta en búsqueda de un detalle que haya podido escaparse.
En eso, razonó que el contacto de la víctima con su futuro y eventual verdugo debió haber sido vía telefónica, pero los padres de la víctima informaron que ésta había dejado su teléfono celular en su habitación la noche del suceso, por lo que especuló que si el sospechoso le esperó en el lugar del hecho, definitivamente hubo previa comunicación entre ellos.
Toma su celular y llama a Martínez, mientras sigue observando encima de su escritorio la amplia documentación compilada del caso, organizada secuencialmente.
-Sí, señor, responde Martínez
-Quería preguntarte si analizaste el teléfono de la víctima que nos entregó el butler por autorización del padre de la víctima
-Efectivamente señor. Ese día no hay registros de llamadas perdidas. Las entrantes, eran recurrentes de asuntos relativos a compras de efectos personales de belleza, citas al spa, mantenimiento de su deportivo, conversaciones triviales entre mujeres, pagos de servicios del lugar donde vivía y un largo etcétera
-Dijiste conversaciones triviales entre mujeres
-Sí, señor
-Usualmente le cuentas asuntos personales a tus amistades más que parientes, ¿no?
-Sí, es típico
-Estamos en medio de un caso de asesinato. Los detalles son determinantes. Necesito una copia de esas conversaciones triviales que dices sostuvo la víctima ese día. Llama a los de comunicación y que te consigan eso para ayer, Martínez, usaremos la luz verde que nos han otorgado al máximo.
-¡Sí señor!
El Detective Löwenthal era una de esas personas matizadas por un comportamiento cargado de actitud positiva, resiliencia, determinación, proactividad, autodisciplina y autorresponsabilidad. No conoce derrotas y dedica su tiempo a imaginar la consecución de sus objetivos. No sentía presión realmente, sino entusiasmo por ser él la persona indicada para resolver el caso.
Lo que el Detective Löwenthal no calculó fue la auténtica presión social que recibiría, una vez la información del caso, manejada hasta ahora herméticamente, se filtrara a los medios de comunicación….
Debido a la férrea influencia ejercida por el padre de la víctima, la celeridad en los procesos era evidente ya que todo el mundo invertía turnos dobles.
Martínez llega con información colectada gracias a parte ese citado esfuerzo colectivo:
-Según pudimos constatar, solo 39 estados en este país permiten a los civiles poseer moderadores de sonido para armas de fuego. Son en concreto: Alabama, Arkansas, Alaska, Arizona, Colorado, Connecticut, Florida, Georgia, Idaho, Indiana, Kansas, Kentucky, Luisiana, Maryland, Maine, Michigan, Mississippi, Misuri, Montana, Dakota del Norte, Nebraska, Nevada, Nuevo Hampshire, Nuevo México, Carolina del Norte, Ohio, Oklahoma, Oregón, Pennsylvania, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Tennessee, Texas, Utah, Virginia, Wisconsin, Virginia Occidental, Wyoming y…
-…No me digas: Washington…
-Sí, señor
-Bueno, según el informe de balística el arma utilizada fue una Glock 19 de quinta generación y a pesar de los tres disparos a quemarropa, se cree en un 95% de probabilidad, que el sospechoso utilizó un Silenciador FD 919 Compact para ese modelo de arma de fuego. Tiene un valor estándar de unos USD$400 a nivel de tiendas autorizadas, señor.
-Excepto si nuestra persona de interés aún por identificar, no obtuvo el suyo en el mercado negro o lo fabricó. La búsqueda será fuera de este estado, Martínez
-No entiendo, señor. ¿A qué se refiere?
-A que tendremos que buscar ese modelo específico de silenciador en los restantes estados del listado de venta autorizada ya que las compras de armas de fuego en Washington solo se pueden realizar a través de distribuidores autorizados a nivel federal y se requiere una aprobación del Departamento de Policía Metropolitana (MPD) antes de la entrega del arma. A menos que nuestro sospechoso sea un ex militar, comprar su silenciador aquí resultaría difícil
-Detective Löwenthal: ¿Puedo sugerir algo?
-¡Por supuesto, Martínez!
-Señor, aún estamos en una etapa preliminar de la perfilación de este sujeto. No sabemos realmente si fue o no militar. Testimonios de los empleados del bar sugieren a un tipo rudo y que usaba botas sólidas tipo militar, coincidieron los entrevistados
-Posiblemente una versión única elaborada por el abogado de ese negocio, Martínez. ¿No te resulta fascinante que todos los potenciales testigos oculares tengan exactamente la misma versión de lo que creen que «vieron»? Ese lugar es muy de moda y lo único que necesita ahora es publicidad nacional que revele la muerte allí de la hija de un influyente empresario del mundo de los condimentos
-Cierto, señor. De todos modos, anexaré las tiendas autorizadas de venta de silenciadores aquí, señor
-Martínez..
-¿Si, señor?
-Debes aprender a escuchar antes de oír. ¿Acaso no estás prestando atención a lo que te dije? Yo ya averigüé la disponibilidad y modo de adquisición de ese modelo de silenciador en este Distrito
-Me disculpo, señor. Ya mismo elaboro el listado e instruyo al personal de apoyo a iniciar las llamadas. Esto será tedioso Detective Löwenthal
-Nadie ha ganado notoriedad sin un esfuerzo mayúsculo, Martínez. Incluso nuestro misterioso criminal, que de hecho ya se ganó la nuestra. Querías trabajar conmigo. Ya vas conociendo mi ritmo laboral. ¡Quiero resultados para ayer!
©The Pop Killer, 2025 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.
![]()

