Redacción Exposición Mediática.- El View-Master es un dispositivo visualizador de discos con 7 imágenes estereoscópicas. Aunque actualmente es considerado como un juguete para niños, no fue pensado originalmente así.
Orígenes visionarios (1938–1939)
La historia del View-Master comienza en un encuentro casual en 1938 entre William Gruber, un fabricante de órganos y apasionado fotógrafo, y Harold Graves, de Kodak Sawyer’s.
Gruber creó un sistema que montaba pequeñas transparencias Kodachrome en discos giratorios, permitiendo mostrar imágenes estereoscópicas en 3D mediante un visor especial.
En 1939, esta innovación fue presentada en la World’s Fair de Nueva York, marcando su lanzamiento oficial.
El diseño y evolución de visores
Los primeros modelos se fabricaron en baquelita, un material robusto y duradero. El Model C, producido entre 1946 y 1955, es quizá el más emblemático.
En la década de 1960, se introdujeron versiones más ligeras en plástico (como el Model G) y visores con luz interna alimentados por pilas (Model F).
Los famosos “reels” de imágenes
Cada reel circular contenía 14 imágenes (7 pares estereoscópicos), que al girar frente al visor creaban un efecto tridimensional.
Los temas eran variados: desde paisajes turísticos y maravillas del mundo hasta programas de televisión (como Star Trek o E.T.) y escenarios de películas.
Una ventana cultural en miniatura
El View-Master fue una forma de explorar el mundo sin salir de casa. Lo usaban niños y adultos por igual, conectando generaciones a través de recuerdos visuales compartidos.
Hoy en día, muchos coleccionistas preservan reels vintage con temas como Disneyland, dinosaurios o eventos históricos, evidenciando su valor como piezas de patrimonio cultural popular.
Del juguete al colaborador educativo
En los años 50, el sistema View-Master se expandió con la cámara estéreo View-Master Personal, con la que aficionados podían crear sus propios reels con fotografías en 3D.
También hubo versiones parlantes y proyectores, aumentando su uso pedagógico.
Adaptación al siglo XXI: Realidad virtual
En 2015, Mattel, en colaboración con Google, rescató el formato clásico para introducir un visor VR basado en Google Cardboard. Esta versión integraba smartphones y una app para ofrecer tours virtuales y experiencias interactivas.
En 2016, se lanzó el modelo DLX con enfoque ajustable, conexión de auriculares y mejoras ópticas.
Aunque atractivo, este relanzamiento también atrajo críticas sobre el exceso de pantalla en niños.
La nostalgia como fuerza cultural
El View-Master fue una de esas experiencias táctiles y visuales que muchos califican como la “realidad virtual de la infancia”.
Más allá de ser un juguete, era una cápsula de nostalgia, un artefacto cultural que evocaba viajes, fantasía y asombro colectivo.
Curiosidades históricas
• Uso militar: Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército de EE. UU. encargó más de 100,000 visores y 6 millones de discos con fotos de tanques, aviones y mapas estratégicos para entrenar soldados.
• Publicidad creativa: En los años 60, marcas como Coca-Cola o Kodak produjeron discos View-Master para regalar en promociones, convirtiéndolos en souvenirs publicitarios de alto valor hoy en día.
• Versiones para invidentes: Aunque parezca contradictorio, hubo ediciones con relieve en las carcasas y descripciones en braille, destinadas a compartir la experiencia táctil y auditiva (mediante narraciones externas) con personas de baja visión.
El View-Master en la educación
Aunque la mayoría lo recuerda como un juguete, el View-Master tuvo un papel notable en la enseñanza desde la década de 1940 hasta bien entrados los 80. Escuelas y bibliotecas lo usaban para enseñar geografía, ciencias naturales e historia a través de imágenes a color y en relieve.
La compañía producía discos con fotografías de monumentos, mapas, fauna y eventos históricos, convirtiéndolo en una herramienta visual que mantenía la atención de los niños en un tiempo donde no existían proyectores de diapositivas portátiles.
En Estados Unidos y Europa, se desarrollaron programas escolares completos con sets de View-Master y guías para maestros. Incluso se adaptaron para mostrar secuencias de procedimientos industriales y médicos en universidades.
El coleccionismo: una pasión global
Hoy, hay comunidades enteras dedicadas a intercambiar, restaurar y catalogar discos View-Master.
Entre las piezas más buscadas están:
•Discos militares de la Segunda Guerra Mundial (producciones secretas para entrenamiento).
•Series promocionales de marcas de los años 50 y 60.
•Discos con errores de impresión o ediciones de tiraje limitado.
•Un View-Master raro, en su caja original y con discos poco comunes, puede alcanzar precios de USD$500 a USD$2,000 dólares en subastas especializadas.
Inspiración para la realidad virtual
Aunque parezca un salto grande, el concepto del View-Master fue precursor de los visores de realidad virtual modernos.
La idea de colocar imágenes estereoscópicas delante de cada ojo y generar una ilusión tridimensional es el mismo principio que usan hoy dispositivos como el Oculus Rift o el Meta Quest.
De hecho, en 2015, Mattel lanzó una versión renovada del View-Master compatible con smartphones y Google Cardboard, intentando unir nostalgia y tecnología VR. Aunque no alcanzó gran éxito comercial, fue un reconocimiento al impacto del invento original.
Conclusión: Un legado tridimensional que sigue vivo
Desde su debut en 1939 hasta su reinvención digital, el View-Master ha sido más que un dispositivo óptico: ha sido una puerta a universos pequeños y profundos.
Una tecnología simple, ingenua y mágica cuya influencia aún resuena, ya sea en colecciones privadas, exposiciones interactivas o un nuevo visor de realidad virtual.