Por Pbro. Felipe de Jesús Colón Padilla

Desde el siglo XVII, la costa atlántica de Norteamérica estaba poblada por colonos británicos, en su mayoría puritanos y católicos. Eran trece colonias, diferenciadas entre el Norte y el Sur: En el Norte estaban Nueva Hampshire, Massachusetts, Connecticut, Rhode Island, Nueva York, Nueva Jersey, Delaware y Pensilvania, y sus habitantes se dedicaban al comercio y la industria.

Las colonias del Sur eran Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia. Su economía se basaba en las grandes plantaciones de algodón, tabaco y arroz, cultivadas por esclavos negros.

Los gastos ocasionados por la guerra de los “Siete Años” obligaron al gobierno británico a aumentar los impuestos en las colonias norteamericana. Alguien ha dicho: La fuerza de un pueblo reside en la unidad de sus corazones y la solidaridad entre sus miembros».

Las 13 colonias de lo que hoy es Estados Unidos deciden dar los pasos para proclamarse país independiente y no ser colonia de Gran Bretaña.

Algunas situaciones socio-políticas y económicas fueron el detonante, para que las colonias despertaran de ese letargo opresor. Primero: ausencia de representación colonial, los colonos americanos no tenían voz ni voto en el Parlamento británico, a pesar de que se les aplicaban leyes e impuestos.

Esto generaba un profundo sentimiento de injusticia y falta de control sobre sus propios asuntos; segundo: impuestos y restricciones, Gran Bretaña impuso una serie de leyes y restricciones comerciales, como la Ley del Timbre y las Leyes Townshend, que afectaban directamente a los colonos y generaban descontento; tercero, aumento de impuestos: La Corona británica incrementó los impuestos para financiar la guerra y la administración colonial, lo que provocó protestas y resistencia por parte de los colonos; cuarto: influencia de la Ilustración, las ideas ilustradas sobre la libertad, la igualdad y los derechos individuales, promovidas por pensadores como John Locke, influyeron en la creciente conciencia política de los colonos y su deseo de autogobierno; quinto: Deseo de autonomía, los colonos anhelaban mayor autonomía política y económica, y la independencia se presentó como la única forma de lograrlo.

La declaración de independencia fue un paso crucial en este proceso, marcando el inicio de la nación estadounidense. Ciertamente que «El pueblo es el tejido social que sostiene la riqueza de la diversidad y la fortaleza de la comunidad». «La historia de un país se escribe con las historias individuales de su pueblo».

La independencia estuvo precedida de una serie de protestas: El motín del té de Boston (1773), en protesta contra los impuestos que continuaban grabando el té. El gobierno envió tropas y los colonos comenzaron a organizar un ejército para resistir.

En 1775 estalló la guerra de la Independencia. Los sublevados contaron con la valía de tres grandes figuras: Benjamín Franklin, Thomas Jefferson, ideólogos del movimiento, y George Washington, brillante militar y organizador. La Declaración de Independencia es el documento que reconoce a Estados Unidos como nación independiente.

El 4 de julio de 1776, el Congreso firmó la Declaración de Independencia. Por tal motivo, cada 4 de julio se celebra el Día de la Independencia y es un feriado federal en Estados Unidos.

Felicitaciones a esa nación hermana donde viven una colonia dominicana significativa.

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