El carro Chevrolet, placa oficial 1823, en que fue ajusticiado Trujillo.

Por Lester McKenzie

«Próximo al amanecer del 31 de Mayo, recuerdo que le informaron al Dr. Balaguer que Monseñor O’Reilly, Arzobispo de San Juan de la Maguana, quien por el desafortunado malestar imperante entre un sector del Gobierno y la Iglesia, estaba temporalmente residiendo en el Colegio Santo Domingo de la Avenida Bolívar, había sido sacado de dicho plantel docente por militares y conducido a la Base Aérea de San Isidro y el Dr. Balaguer, visiblemente enojado en actitud violenta pregunto: ¿Quien dio esa orden … ¿Por disposición de quien se hizo ese traslado? Nadie pudo contestar y a seguidas ordeno telefónicamente a la Base Aérea que llevaran de inmediato al Monseñor al Colegio Santo Domingo, lo cual se hizo.

El Dr. Balaguer llamó aparte al Sr. Rafael Paino Pichardo, quien era una de los presentes y Secretario de Estado de Interior y Cultos, le dio algunas instrucciones y el Secretario Pichardo salió para regresar un poco mas tarde en compañía de Mons. O’Reilly quien, de inmediato inició una conversación privada con el Presidente en uno de los ángulos del salón donde estábamos.

Después de una breve conversación se despidieron y Monseñor fue nuevamente acompañado por el Secretario Pichardo a su residencia temporal. En el preciso momento en que salía Monseñor ya amaneciendo, entraban en el Palacio el cadáver de Trujillo.

Colocado en una habitación de la tercera planta, contigua al comedor, a la izquierda del ascensor y escalera (subiendo), en la parte Sur-Oeste del Palacio con una galería que da frente al Este. Fue colocado en una cama que estaba en dicha habitación con la cabecera hacia el Norte.

«Trujillo vestía uniforme verde olivo, una faja exterior a nivel de la cintura con los colores nacionales, tenia botas cortas color marrón, ligeramente despeinado, aun estaba flácido, pero el saco (chaqueta) cerrado hasta el cuello, estaba en toda la parte anterior izquierda endurecido por la sangre coagulada.

A esta habitación fue la esposa, doña María Martínez de Trujillo, y visiblemente conmovida, se postró con reverencia ante el cadáver de su esposo y luego se retiró, haciendo visible esfuerzo de valentía, pero manifiestamente abatida.

A eso de las 8:00 am del día 31 de Mayo de 1961, el General Francisco González Cruz, el Mayor del Cuerpo Medico Abel González hijo, el Dr. Ramón Bergés y el autor de estas narraciones, nos dispusimos a hacerle el embalsamamiento al cadáver de Trujillo.

No fue muy fácil quitarle el saco (chaqueta) porque presentaba una fractura expuesta con minuta que se extendía desde la mano hasta los dos tercios inferiores del antebrazo izquierdo, circunstancia por la cual fue necesario cortar la manga correspondiente. Al quitar toda la ropa exterior tuvimos que quitar también una faja pantaloncillo elástico.

Concluiremos, Dios mediante, en la próxima entrega.

Loading