El triunfo del oficialismo argentino en las elecciones legislativas de medio término: explicación y resultados

 

Por: Marcos José Núñez

Hace aproximadamente tres semanas, el domingo 26 de octubre, la República Argentina celebró sus elecciones federales de medio término para renovar parte del congreso, esto es, la mitad de la Cámara de Diputados y la tercera parte del Senado.

En dichos comicios, resultó sorpresivamente ganador el partido “La Libertad Avanza (LLA)”, movimiento político de corte libertario que ha servido de plataforma para alcanzar el poder al actual presidente, el economista Javier Milei, quien venció en el proceso electoral del 22 de octubre de 2023 frente al alicaído peronismo.

Durante los últimos dos años, el polémico economista, ha estado tomando una serie de decisiones drásticas en materia fiscal y social que busca reducir el gasto excesivo y el dispendio que este mismo señalaba como muy negativo estando en oposición y que prometió remediar con su famosa “Motosierra”.

El controversial mandatario, quien llegó trayendo grandes esperanzas a la Casa Rosada en diciembre 2023, ha logrado reducir la inflación anual promedio de un 25% recibida de parte de los gobiernos del peronismo a un 2%, mientras que de forma increíble, Argentina logró su primer superávit presupuestal en muchos años en el 2024.

Aunque el pueblo argentino le votó masivamente en la segunda vuelta del año de su elección, completamente hartos de la corrupción peronista, la enorme inflación acumulada y de la disminución del crecimiento del producto interno bruto, Milei ha visto como su propia popularidad se ha venido a menos debido a las medidas impopulares que ha tomado para sanear las finanzas públicas.

El importante recorte de las pensiones que reciben los jubilados, reducción salarial a los empleados del sector público, se tradujo en la caída de los ingresos reales por parte de la sociedad y un incipiente estancamiento de toda la actividad económica.

En las elecciones de medio término provincial-municipal, llevadas a cabo a primeros del mes de septiembre pasado en el Gran Buenos Aires y sus municipios adyacentes, por primera vez desde el retorno a la democracia, el peronismo cosechó el rechazo al gobierno con una aplastante victoria sobre el oficialismo, en lo que es la demarcación electoral más grande del país con más de 14 millones de electores.

Parecía que tras el resultado de las elecciones en el conglomerado metropolitano de la capital y en la cual “La Libertad Avanza” (LLA) quedó 14 puntos por debajo del justicialismo peronista, era un fuerte indicativo de que en las elecciones legislativas federales de medio término en el resto del país a finales de octubre, serian totalmente derrotados por la insatisfacción popular.

No obstante, el antiguo legislador y actual presidente de todos los argentinos, ha podido sortear el temporal que en medio de vientos y lluvias daba la impresión que lo conduciría a un seguro fracaso electoral. Pero qué ha pasado en el ínterin entre una elección u otra que ha permitido un resonante triunfo?

La nada despreciable ayuda económica de parte del gobierno de los Estados Unidos de América.

Desde el poder hegemónico del occidente, se tomó la inusual decisión de ir en rescate directo al gobierno de Javier Milei, a quien el actual presidente estadounidense Donald Trump considera un aliado cercano en términos ideológicos y por otra parte, en términos políticos, muchos consideran que Milei se inspiró en el trumpismo para convencer a la inmensa mayoría de los argentinos de elegir.

Además, la nación austral ha estado enfrentando graves problemas de liquidez de su economía, principalmente por falta de divisas, lo que provocó que en septiembre los mercados financieros perdieran su confianza en que Argentina pudiese pagar sus deudas y honrar sus compromisos debido a visos de inestabilidad.

El Secretario del Tesoro de los Estados Unidos de América, Scott Bessent, estuvo a cargo de anunciar el rescate financiero, mediante la inyección de cerca de 20 mil millones de dólares a través del Banco Central argentino para contribuir con la estabilización del país y mejorar las perspectivas en los mercados.

Ya antes, el gobierno de la República Argentina había recibido una remesa inicial por concepto de ayuda de 20 mil millones de dólares pero, dado el gran nivel de gasto y compromisos presupuestarios en un país que ha acumulado inmensas necesidades, éstos se habían diluido.

Cabe destacar que el presidente Javier Milei es el mandatario argentino que se ha mostrado más amigo de los estadounidenses y el que más frecuentemente ha viajado a ese territorio (en lo que va de su cuatrienio) pero a la Casa Blanca en particular, en los últimos 35 años.

La ayuda por parte de los norteamericanos faltando tres semanas para las elecciones legislativas de medio término, luce que ha sido un elemento fundamental en el triunfo de Milei, ya que recibió una cantidad de recursos frescos para hacer frente a sus obligaciones inmediatas que indudablemente mejoró el posicionamiento oficialista con miras a los comicios.

Los resultados en números hablan por sí mismos: La Libertad Avanza y aliados alcanzó el 41% del total de votos emitidos, lo cual se traduce en un aumento considerable de su participación en las dos cámaras del congreso, pasando de 37 diputados a tener 80 y en el Senado pasando de 6 senadores a obtener 18.

Al recibir los cómputos definitivos de las elecciones que le otorgaban individualmente el triunfo, esa misma noche, el Jefe del Estado dirigió un discurso al país en el que afirmaba que «Hoy pasamos el punto bisagra, hoy comienza la construcción de la Argentina grande.» Y luego agregó: «Durante los próximos dos años tenemos que afianzar el camino reformista».

¿Se puede lograr construir una Argentina más grande? Sería lo ideal pero, eso está por verse, ya que los estadounidenses -quienes también quieren ser grandes de nuevo-, no tienen amigos, ni enemigos sino solo intereses y en su cosmovisión, ninguna ayuda financiera a países necesitados es totalmente gratis.

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