Por Lester McKenzie
Los reconstituyentes fueron de los recursos más utilizados por las madres que no querían tener un muchacho “flaquindé” en la casa o para fortalecer la afectada materia gris por los esfuerzos del hijo “quemándose” las pestañas y las neuronas estudiando, principalmente en época de exámenes.
Escarbando en el baúl de los recuerdos mentales encontramos nombres de medicamentos que adornan paginas ya olvidadas y uno que otro de no muy grata recordación infantil.
Apunten pero no disparen:
Nada mejor para la memoria que la Nervocerebrina y la Fitina, ambas usadas como vitamina para el cerebro y para revitalizar, Ceregumil tónico que ahora viene en diferentes presentaciones.
El Neurofosfato Sky, la Emulsión de Scott, la Emulsión de Keppler, el Wampole, el aceite de hígado de bacalao (hoy viene de distintos sabores), la yema de huevo criollo aderezada con Vino Sansón, la malta alemana Lowenbrau y la Malta Morena en ocasiones con leche condensada, completados por el Fortymalt (un brazo de poder en cada cucharada), definían el menú reconstructivo de niños, jóvenes, parturientas y convalecientes.
El «mercuro-cromo» al igual que el mentiole junto con el yodo, estos dos ultimos se aplicaban soplando el área afectada para reducir la picazón eran usados para las cortaduras y guayazos.
Antiflogistina, para los golpes y la hinchazón, la Cataplasma para los huesos rotos, el Parche Poroso y el Salompas para dolores musculares, de articulaciones y principalmente “vientos”.
El Mentholatum, de amplísimo uso, reemplazado por el VicVapoRub de similar efecto (con su tubito inhalador para descongestionar), al igual que el Mentol Davis y de un pasado mas reciente el bálsamo mentol chino Ponchun, el Bengue y el ungüento medicinal La Flecha.
Las pastillas Valda, con fuerte presencia de eucalipto y mentol, azucaradas, de color verde y forma extraña, el Aspergum y las Orlenta para la garganta, la Vitapirena, té antigripal, lq “bola de golpes” para magulladuras.

El Mejoral y su versión para niños (Mejoralito), para fiebre, dolores diversos y posteriormente la aspirina y su variante la Cafiaspirina, el sancochito, para sacar el catarro del pecho, el Caladryl, la pomada de vaca, el cebo de Flande y el de ovejo para la urticaria.
El aceite de higuereta con cafe, el de tiburón, el de culebra, el de castor y el de ricino, todos caracterizados por su desagradable sabor para la gripe, al igual que la Ipesandrina
El Novaldin para el dolor de cabeza y el colirio Eye-Mo para ojos irritados
Para quienes sufrían de “nervios” se usaba Bellergal, Pasiflorina, todos tranquilizantes, no sedantes la Belladona para la papera
El Librium, Valium y otros llegaron al mercado junto con la terminología “patinarle el coco”, “arrebatao” y “loco manso”. La sal de Borax, la de Uvas Picot o la sal de frutas Eno con efectos similares al bicarbonato de sodio para descomposturas estomacales y «jarturas apoteósicas».
Lugar especial para las píldoras de vida de Reuter y las del Dr. Ross, que bajo el lema de “chiquitas pero cumplidoras”, resolvían la resistencia a descargar intestinos, siendo sustituidas por el Padrax en polvo con sabor a chocolate.
El Cordial de Monell para la dentición infantil, mas luego la Benzocaina y el Corilin. La Cañafistola, el Tiro seguro, la leche de coco con sen y el Exlax con sabor a chocolate para remediar la molestia de lombrices intestinales.
Dentro de los usos de la Leche de Magnesia Phillips, se destaca para el “salpullío”, como desodorante para sobacos laboriosos o con “marisco” rebelde, y también para las quemaduras, especialmente de sol.
La Espuelita y la esencia de clavo dulce para los orzuelos.
El compuesto Vegetal de la Sra. Muller y el de la Sra. Lidia Pinkan, recursos para reducir el impacto de las menstruaciones dolorosas, o sea para aquellos días difíciles de cada mes y para los abuelitos el KH3.
Y recuerde, como decia Homero León Diaz, Brugal o no tomar, Morey vende barato, Mejor Mejora Mejoral y tome Breacol y deje de toser.
¡Hasta una Próxima entrega sabatina!