Por Redacción 
Por Marcos Sánchez
La Romana, R.D.- Cuando en La Romana se habló en el pasado de radio técnico, el primer nombre que surgía de manera imperativa y orgánica, era el de Don Carlos Alfredo Fatule.
Nacido en El Seibo, de orígenes árabe, este caballero fue posiblemente una de las personas más extraordinarias que me haya tocado tratar en los momentos puntuales que aconteció, tanto a nivel personal como por Facebook.
Más allá de sus hijos llamados igual a él y Vivian, Don Carlos fue rápidamente adoptado en La Romana como un destacado munícipe y es que cuando refiero ese adjetivo, lo digo porque era un autodidacta neto.
Fluido conversador y de tono afable, Don Carlos tenía la tienda de piezas electrónicas y también de discos (encima estaba su casa) de vinilo en la Gregorio Luperón, casi al frente de la antigua estación radial La Voz de La Romana (actual La Grande, de la familia Mariñez).
En mis días de adolescente ávido detrás de música Rock en inglés, era de rigor ir a donde Don Carlos a comprar cassettes. Adquirí allí «A Momentary Lapse of Reason» (1987) de Pink Floyd y «Lap of Luxury» de Cheap Trick junto a «Diesel and Dust» de Midnight Oil, éstos dos últimos en 1988.
Recuerdo lúcidamente que me dijo: «Eres muy jovencito para escuchar Pink Floyd. Trata de auxiliarte de alguien mayor que les haya escuchado para que logres entender ese tipo de música«, tras ver que adquirí el cassette de Pink Floyd más arriba citado.
Tener un padre dotado de amor y cariño no es cuestión común. Don Carlos tenía eso mucho más.
Le recordaré siempre con cariño, afecto, mucho respeto e inconmensurable admiración.
Que Dios le acoja en su morada y por este medio, en nombre de la familia Sánchez Martínez, expreso mis auténticas condolencias a su esposa y sus brillantes hijos.
