Por José Aquino
La República Dominicana ha logrado en el primer semestre de 2025, atraer 2,892.8 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED), lo que representa un crecimiento del 15.3% respecto al año anterior, según datos del Banco Central.
Si bien estas cifras son motivo de celebración y demuestran la confianza en la economía dominicana, un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), emitido en 2025, pone de relieve una preocupación creciente: el país se está quedando atrás en la captación de inversión extranjera digital, un pilar fundamental de la economía moderna.
Crecimiento en lo tradicional, estancamiento en lo digital. El contraste es notable. Mientras la IED en sectores tradicionales sigue robusta, el informe de la CEPAL titulado “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe” señala que la región, y por ende la República Dominicana, se rezaga en la inversión en tecnología digital.
A nivel mundial, la IED se está volcando hacia activos intangibles y tecnologías avanzadas, pero en Latinoamérica las inversiones aún se concentran en sectores como los hidrocarburos. Esto contrasta con la tendencia global donde la IED digital está en auge.
Las cifras del informe de la CEPAL son reveladoras:
• De 2015 a 2019, la República Dominicana figuraba entre los 14 países de la región que recibieron grandes inversiones digitales, con un monto de US$417 millones.
• En el periodo 2020-2024, el país desaparece por completo de esta lista. En este lapso, solo diez países de la región recibieron inversiones superiores a US$100 millones, y la República Dominicana no fue uno de ellos.
Este declive es alarmante, ya que la inversión digital es clave para la creación de empleos de alta calidad en áreas como el software y los servicios de TI. Para atraer este tipo de capital, se requiere una infraestructura sólida, un marco regulatorio claro y, sobre todo, talento humano altamente calificado.
Grandes iniciativas, sin el impacto esperado en IED digital. En los últimos años, la República Dominicana ha lanzado ambiciosas iniciativas con el objetivo de impulsar la digitalización y la innovación. Programas como República Digital (2016) y la implementación de la red 5G (2021) han sentado las bases para una economía más conectada.
Aunque observamos la información en el portal de Claro, el mapa que presenta la cobertura poblacional por tecnología, se observa que la tecnología predominante es 3G, aunque con avance significativo en 5G.
Adicionalmente, la creación de la Agenda Digital 2030 (2021), la primera Estrategia de Inteligencia Artificial (2023) en la región y el decreto para promover la industria de semiconductores (2024), demuestran un compromiso gubernamental.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el informe de la CEPAL no registra un impacto significativo de estas iniciativas en la atracción de IED digital.
Esto sugiere que, aunque el país avanza en la digitalización, persisten brechas en la adopción tecnológica y en las condiciones del entorno que limitan nuestra participación en los flujos globales de inversión digital.
El crecimiento de tecnologías como la inteligencia artificial, las redes 5G y la computación en la nube ha disparado la demanda de centros de datos y semiconductores.
Estos han sido categorizados como activos estratégicos, fundamentales para la soberanía digital y la seguridad nacional.
Para no quedarnos rezagados, es crucial que el país tome medidas contundentes. Primero, se deben alinear las políticas de promoción de inversiones con las estrategias digitales.
Segundo, es vital invertir en talento humano para cerrar la brecha de habilidades. Y, por último, se necesita fortalecer la infraestructura digital y regulatoria para crear un entorno atractivo para la inversión. Al igual que corroboramos con los lineamientos expresados en el informe de la CEPAL (2025).
En conclusión, el crecimiento general de la IED es positivo, pero el verdadero desafío está en la inversión digital. Para que la República Dominicana se consolide como un actor relevante en la economía digital global, debemos ser más estratégicos y creativos en la forma de atraer ese capital. Es imperativo actuar con urgencia para no perder esta oportunidad de transformación.
El autor es profesor Universidad Americana (UAM)
Especialista en Centro de Datos (AOS) / Seguridad y Defensa.