Por Antonio Corcino
La economía de la República Dominicana se sigue consolidando en el Caribe debido a su crecimiento histórico en exportaciones, inversión extranjera y expansión hotelera, la que apuntala por la confianza global y su desarrollo sostenible.
Turismo dominicano: exportar experiencias e identidad
La gestión del producto turismo dominicano muestra madurez y resiliencia; constituye una fuerza que ha dinamizado la economía nacional y regional. Pero su diversidad, más allá de sol y playa, como país, cada año exporta experiencias, identidad y bienestar. Y como actividad —catalogada como una “exportación sin embarques”—, genera divisas, empleos y crecimiento económico expresados en cifras, lo que la consolida como una columna estratégica que aún continúa contribuyendo a la estabilidad y la proyección internacional del país.
Exportaciones e inversión dominicanas crecen
Según el Centro de Exportación e Inversión (ProDominicana), durante los primeros nueve meses de 2025, las exportaciones dominicanas llegaron a los US$10,695.8 millones, lo que significa un incremento del 10.2%. La inversión extranjera directa (IED) se elevó a US$2,892.8 millones en el primer semestre, con un crecimiento del 15.3%.
En ese contexto, tanto el turismo como el sector energético encabezaron vitales flujos de capitales, los que han sido impulsados por la confianza y la fortaleza de la balanza de pagos. De acuerdo con el presidente Luis Abinader, se espera captar cerca de US$5,000 millones en inversión turística antes de finalizar el año, con la apertura de 6,000 nuevas habitaciones y 15,000 más en construcción. Este dinamismo nos sitúa como segundo destino latinoamericano con mayor inversión hotelera de EE. UU., solo detrás de México.
Turismo y la estabilidad macroeconómica fortalecen su balanza
En cambio, el Banco Central (BCRD) reporta que este crecimiento está respaldado en las proyecciones del IED, las que superan los US$4,700 millones en 2025. Por ejemplo, en el primer semestre, los ingresos turísticos alcanzaron US$5,800 millones con la llegada de 6.1 millones de visitantes, lo que nos posiciona internacionalmente, matizado por su resiliencia tras la pandemia.
Recuperación sostenible y liderazgo regional
Por otro lado, desde la crisis global de 2020 asociada al Covid-19, RD ha demostrado su liderazgo regional tras su recuperación y sostenibilidad. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) reconoce al país como líder caribeño en atracción de inversión por tercer año consecutivo.
Un hecho que marca la diferencia lo fue el Plan de Recuperación Responsable del Sector Turismo y, en un tiempo récord, la reapertura temprana de nuestras fronteras. Esta disposición, de algún modo, nos reforzó como un modelo de crecimiento basado en innovación, sostenibilidad y calidad.
Sin embargo, los retos persisten: la transformación digital, la inversión verde, la mejora del marco institucional y la diversificación de la oferta turística son determinantes para garantizar un desarrollo inclusivo y ambientalmente responsable.
Dicho así, entonces la República Dominicana no solo atrae turistas, sino también confianza, capital y futuro. Un ejemplo de crecimiento sostenido, el cual es impulsado por el turismo, la estabilidad macroeconómica y la apertura comercial, lo que, de alguna manera, afianza su posición como referente regional en inversión extranjera y desarrollo sostenible.
Ahora bien, el desafío en lo adelante es sostener el ritmo con innovación, sostenibilidad y cohesión social, consolidando al país como una potencia turística y económica del Caribe.