Por Servio Pérez
La cerrazón de los defensores de la representación. Los acólitos representativos incitan a la rebelión, a la protesta, a la lucha llamando a todos los ciudadanos a reclamar sus derechos violados por los representantes.
Esto en el entendido de que todos los huevos que los ciudadanos colocaron en la cesta representativa se rompieron y se perdieron fruto de la incapacidad de los representantes de preservar su canasta o cesta.
Motivo por el cual un grupo de ciudadano hace un llamado urgente a los demás ciudadanos para qué se unan a la lucha, y una vez unidos para enfrentar la afrenta causada.
Una vez lograda la meta, los organizadores de las marchas para la protestas, señalan que deben seguir poniendo sus frutos y productos en la misma cesta representativa que permite la destrucción de los huevos y frutos que los ciudadanos depositan en ella, y sentencian qué ese proceder es completamente sano y correcto.
Pregunto:
¿Para qué la lucha? ¿De qué sirve tantos esfuerzos y jugarse la vida? Esto así debido a que si el fin de la acción termina en el mismo lugar donde inició la concentración para la lucha, y finalmente se dejará todo igual entonces qué lógica tiene salir a protestar.
La PD es razón sobre cerrazón. No más engaños no más retórica. Participación Directa único cambio real.
Algunos entendidos en nuestra política vernácula insisten en que para hacer una transición de Representación a Participación Directa se necesita hacer una Reforma Constitucional, y yo preguntó ¿Si la representación es de verdad democracia para qué se debe reformar la constitución para darle paso a la Democracia ya que la Participación Directa es Democracia Pura?
La respuesta es obvia, simplemente porque la Representación es un fraude, es una falacia, es mendaz, no es cierto que sea democracia, por eso la necesidad de hacer una reforma constitucional.
Aquí está la mejor muestra de que el sistema político representativo es mendaz, ya que usted alega qué para poder hacer realidad la PD en el actual momento que vive la República Dominicana, se necesita hacer una reforma a la Constitución Dominicana, (algo que no resulta lógico, pues para eso se necesita el consenso del Congreso Nacional y no es posible pensar que los representantes cedan a las pretensiones de los Participativos Directos.
Debemos entender que si usted y como todos alegan que la Representación es Democracia cómo se justifica que usted alegue que debe reformar la Constitución para poder dar aquiescencia a la Participación Directa cuando resulta que la Participación Directa (PD) es Democracia Pura.
¿Cómo es posible que para darle paso a la democracia en un espacio que se autoproclama como democrático se tenga que reformar todo para darle paso a la misma democracia?
Nos resulta eso sospechoso, es claro que si se debe reformar todo es porque lo que existe nunca ha sido ni será DEMOCRACIA,. ES TODA UNA FALSEDAD LA REPRESENTACIÓN.
Si la representación fuera realmente democracia, no haría falta reformar la Constitución para dar paso a la participación directa, que es la democracia pura.
El hecho de que se necesite una reforma constitucional para implementar la participación directa sugiere que el sistema actual no es, en esencia, democrático. Esto pone en evidencia la contradicción que mencionas entre la autoproclamación de la representación como democracia y la necesidad de transformarla para que lo sea de forma genuina.
La participación directa elimina las zapatas representativas con sus seis elementos (el poder legislativo, el poder ejecutivo, el poder judicial, la liga municipal, los ayuntamientos y los partidos políticos) para poner en funcionamiento los cinco mecanismos de la democracia (el referéndum, el plebiscito, el foro público, la consulta popular y la elección popular al azar).
Los seis elementos dan zapata a la representación, y los cinco mecanismos dan zapata a la democracia con la participación directa.
Cuando entran los cinco mecanismos de la democracia, el país ya no necesita de los seis elementos de la representación y empieza a vivir en democracia pura.
La representación y la participación directa son sistemas opuestos. La coexistencia de ambas o la transición de una a la otra, requiere una transformación fundamental del marco legal y político, lo cual fortalece el argumento de que la representación no es una democracia genuina.