Por Pedro Hidalgo

Respondiendo a las interrogantes que adornan este artículo, sin preámbulos expresaré que son tres factores fundamental:

1.- Criticar a la República Dominicana

2.- Buscar que sancionen a República Dominicana

3.- Llamar racista a la República Domincana

Es un acto neto de desprestigio en procura de congraciarse. Dicho accionar busca quitar la buena fama o el crédito a una persona o cosa para ganarse el favor o la simpatía de otra u otras.

En otras palabras, es difamar o desacreditar a un tercero con el objetivo de ser bien visto o aceptado por alguien a quien se quiere agradar.

Desglose de las palabras:

Desprestigiar: Privar a alguien o algo de su buena reputación o fama.

Congraciarse: Ganarse la benevolencia, el afecto o la simpatía de otra persona.

En la práctica:

La expresión describe una estrategia en la que se busca dañar la imagen de alguien (el desprestigio) para luego presentarse de forma favorable y obtener la aprobación de quienes están interesados en ese daño (la búsqueda de congraciarse).

En el caso de buscar aspectos inexistentes en contra de República Dominicana respecto al tema haitiano, eso no mejora la situación de Haití ni de los haitianos ilegales en República Dominicana.

Debemos luchar para que se erradiquen las bandas en Haití, para que se construyan hospitales, se creen fuentes de trabajos, seguridad para Haití, eso es lo que necesita Haiti.

Realmente, no se le ve hacer nada por Haití, al contrario, si República Dominicana llega a los niveles de Haití, esa válvula económica que es la República Dominicana para Haiti , ya no lo será e incrementará la crisis haitiana.

La República Dominica, siempre solidaria con Haití, recibe un trato sumamente injusto por una parte pequeña del pueblo haitiano, que busca hacer política, formenntando el odio entre dos alas de una misma ave.

Las remesas que se envían desde República Dominicana a Haití, son cuantiosas y significativas, al punto de ser un aliciente, que ayuda a palear un poco el hambre que sufre el pueblo haitiano, por otro lado, los haitianos en la República Dominicana, tienen igual o mayor oportunidad que los dominicanos, logrando insertarse en todos los sectores, desde el coquero al medico, desde el albañil al diputado, acceso a la educación, salud y muchos otros servicios.

Basta ya de fomentar el odio contra un pueblo solidario, un pueblo empático, como lo es la República Dominicana.

Contexto actual de Haití

Conforme datos emitidos por diversas organizaciones internacionales, todas coinciden en que la situación en Haití es extremadamente grave y se caracteriza por una profunda crisis humanitaria, una creciente violencia de pandillas y un estado de colapso institucional.

Ese país enfrenta una crisis de seguridad que ha alcanzado niveles críticos, con grupos criminales controlando amplias zonas, incluyendo la capital, Puerto Príncipe, y desafiando abiertamente la autoridad estatal. Esta situación ha generado un aumento masivo de desplazados internos y ha exacerbado la pobreza y la inseguridad alimentaria.

Crisis de seguridad y violencia

Control de pandillas:

Grupos armados controlan gran parte del territorio, incluyendo la capital, Puerto Príncipe, y áreas circundantes, extorsionando a la población, cometiendo secuestros y ataques.

Aumento de la violencia:

La violencia de las pandillas ha alcanzado niveles alarmantes, con un incremento significativo de asesinatos, incluyendo mujeres y niños, y un aumento en la violencia sexual.

Desplazamiento interno:

La violencia ha forzado a cientos de miles de personas a abandonar sus hogares, generando una crisis de desplazamiento interno y una mayor presión sobre las zonas que ofrecen refugio.

Crisis humanitaria:

Pobreza extrema:

Haití es el país más pobre de América Latina y el Caribe, con más del 60% de la población viviendo en la pobreza, según el Banco Mundial.

Inseguridad alimentaria:

La crisis de seguridad y la inestabilidad política han exacerbado la inseguridad alimentaria, con un aumento de la desnutrición, especialmente entre niños y niñas.

Brote de cólera:

Un brote de cólera, agravado por la falta de acceso a agua potable y saneamiento, representa una doble carga para la población, especialmente en áreas afectadas por la violencia.

Colapso institucional:

Parálisis institucional:

La violencia de las pandillas ha paralizado las instituciones estatales, dificultando la respuesta a la crisis y la prestación de servicios básicos.

Dificultad para acceder a servicios:

La población tiene dificultad para acceder a servicios básicos como salud, educación y justicia, debido a la violencia y la falta de recursos.

Perspectivas:

Punto de no retorno:

La situación en Haití se encuentra en un punto crítico, con el riesgo de un colapso total del estado si no se toman medidas urgentes para abordar la crisis de seguridad y la crisis humanitaria, según la ONU.

Necesidad de asistencia internacional

La comunidad internacional es llamada a brindar asistencia urgente para apoyar a Haití en la estabilización de la seguridad, la atención humanitaria y el fortalecimiento de las instituciones.

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