Sábado del Recuerdo: Anécdotas de Léster McKenzie Hamilton – Los Piropos

 

Por Lester McKenzie

En aquella inolvidable década de los sesenta, tormentosa, revolucionaria, “hippiniana”, donde la expresión “Love, Peace and Music” se convirtió en un estandarte, en esos años de estudiante de secundaria, existía una tradición muy arraigada principalmente en las personas de sexo masculino, los jóvenes (teenagers) no escapaban a ello, y que en esta época ha caído en un desuso total.

Me refiero a los piropos, los cuales en pocas palabras son una especie de cumplido que un hombre dirige a una mujer que le interesa, que le gusta o que ama, siendo una característica que casi siempre destaca aspectos particulares que adornan a la persona hacia quien se le dirige y en un buen porcentaje en verso.

En esa época los piropos también funcionaban como válvula de escape en especial para aquellos jóvenes que arropados por la túnica de la timidez, sentían aquella sensación de temor, que le sudaban las manos, le temblaban las piernas, y hasta se le aceleraba el pulso al ver acercarse esa joven, la damisela culpable de sus desvelos, optando en muchas ocasiones por quedarse mudo por la impresión causada, y más si en ese momento no había compañía en el entorno.

Una fórmula empleada por ese joven era en un descuido, si compartían el salón de clases, tomar uno de los cuadernos o un libro de la joven y escribirle una dedicatoria. Era la época en que “se hacía esquina”, a veces recostado del poste de luz de la esquina girando un llavero en el dedo índice, cruzando frente a la casa a pie o en bicicleta o asistiendo a la retreta nocturna en el parque, en La Vega Jueves y Domingo.

Este último recurso era un maravilloso momento aprovechado para por lo menos, aunque fuera a distancia, depositar los ojos sobre la bien torneada anatomía de aquella hermosa doncella que le paraba la respiración.

Un detalle a destacar es que se daba la vuelta al parque, normalmente en grupos, tanto hembras como varones, y se hacía en vía contraria de modo que siempre existía la oportunidad en cada vuelta de encontrarse de frente e intercambiar miradas, sonrisas y hasta apretaditas de mano.

En el caso de los conocidos como los tigueres del pueblo o del vecindario existían aquellos que eran graduados en piropos, muchas veces ofensivos, expresados a boca llena y en voz alta en plena vía pública que hoy serian calificados como “manifestaciones de acoso callejero”.

A continuación recordemos uno que otro piropo exaltando la belleza femenina y POR FAVOR, si dentro de su comentario va a compartir alguno, por respeto, que no sea ofensivo… piense que lo puede estar refiriendo a un familiar cercano, hermana, hija, por ejemplo:

•El día que se apague la luz de tus ojos, el mundo quedará a oscuras

•En el día brilla el sol, en la noche la luna, pero en el centro de mi corazón brillas tú como ninguna

•No sé si eres un sueño o una realidad, pero si eres un sueño no quiero despertar

•Si Cristóbal Colón te viese, diría: Santa María, pero que Pinta tiene esta Niña

•Pequeño es el papelito que hasta tus manos llegó, trátalo con cariño y lee muy bien lo que dice porque lo escribí yo

•Eres tan hermosa que ante tu presencia cualquier flor se marchita

•Si tus ojos fueran cárcel y tú el carcelero, como me gustaría también ser el prisionero … Que me condenen a cadena perpetua

•De todas las flores la más bonita es la rosa y de todas las mujeres tú eres la más hermosa

•Dime preciosa, crees en el amor a primera vista o tengo que pasar dos veces

•Cuando la noche tiende su manto y el firmamento se viste de azul, no hay luceros que brillen como los ojos que tienes tú

•Quisiera ser un tablero de ajedrez para tener en mis manos una reina tan linda como tú

•Si la belleza fuera un delito, te pasarías la vida en la prisión

•Camina por la sombra, porque el sol derrite los bombones

•Regálame un vaso de besos para calmar esta sed de amor

•Tengo que comprar un diccionario porque desde que te vi por primera vez me quede sin palabras

•Preciosa, eres como un imán pues atraes todas las miradas

•Vivo en la calle Cariño, esquina Corazón y el número de mi casa es el del Amor

•Pensaba que había salido el sol, pero ahora me doy cuenta que has despertado y la luz de tus ojos es la que ilumina

•Niña hermosa, ni en la clase de Algebra me perdía tanto como en tu mirada

•El amor será ciego, pero hay que ver lo mucho que con tu bien torneada figura alegras la vista de todo mortal

•Si un dia olvido lo hermosa que eres, ayúdame a recordarlo con luz de tu sonrisa

•El amor será ciego, pero hasta los ciegos pueden ver lo mucho que alegras la vista con tu hermosura

•En el pentagrama de la vida, eres la canción que hace sonar mi guitarra

•Que habrá ocurrido en el cielo, pues los ángeles están bajando a la tierra

•Cuanto ha evolucionado la pastelería con la Inteligencia Artificial, ahora fabrican bombones que caminan

•Cuando un AMET te multe por exceso de belleza, yo pago la fianza.

¡Hasta una próxima entrega sabatina!

Loading