Por Mark Rumors
Los detectives Löwenthal y Martínez entregaron inmediatamente el teléfono (en el interior de una bolsa Faraday) al departamento de análisis forense.
Lo que seguiría después era la documentación del estado físico del teléfono: fotografías, ubicación, fecha, hora del hallazgo y extracción de la SIM para de ésta obtener el ICCID (número de identificación único de la SIM) y verificar la comunicación realizada desde el teléfono con otro número.
-Sin ánimos alguno de demérito de nuestra labor, creo que hemos sido más que afortunados, ¿No cree usted, Detective Löwenthal?, expresa Martínez al volante rumbo a la oficina.
-Un golpe de suerte por partida doble Martínez. Lo de ese señor me impactó mucho. No porque era alemán, sino por la condición que adoptó posiblemente al irse de la casa que vivía con su hija
-La vida es fascinante Löwenthal. Nosotros los seres humanos la complicamos realmente
-Buena filosofía existencial Martínez. Con este aparato espero que tras el peritaje realizado a la tarjeta SIM, logremos dar con el número de nuestro sospechoso
-No se preocupe Detective Löwenthal, daremos con esto. Usted cuenta con todo mi apoyo y prometo dar lo mejor de mí con este caso
-Gracias, Martínez. Patrick. Puedes llamarme Patrick y perdona si fuí descortés al inicio
-¡increíble! ¡Patrick Löwenthal! Estuvimos en la academia donde me gradué de precisión de tiro y ciertamente recuerdo que nunca nos llamamos por nuestros nombres, sino por los apellidos. Bueno, Anthony es mi primer nombre, Detective Löwenthal
-Muy bien Agente Especial Anthony Martínez, experto en precisión de tiro, oriundo de Samaná, República Dominicana y amante de la comida rápida a la que llama eggburger y ¿cuál es el nombre del otro?
-Jajaja chimichurri, Löwenthal y no soy de Samaná. Le cité el lugar porque es un paraíso terrenal en realidad. Soy de Puerto Plata señor
-Oh, ¿Puerto Plata?
-Sí, queda al norte de mi país. Mi abuela era oriunda de una localidad llamada Cuesta Barrosa, que pertenece al distrito municipal Sabaneta de Yásica. Como la provincia es turística, mi abuela aprendió inglés, conoció a un gringo, quien eventualmente se la llevó, y así fue como llegué a este país, expresó Martínez mientras le corrían dos hondas lágrimas, al momento de Löwenthal pasarle un pañuelo desechable para secarse.
-Debiste quererla mucho…
-Sí, era como mi mamá. Fue quien me crió. ¿Sabes? Conocí poco a mi mamá Löwenthal. Mi abuela era todo para mí…
-Oye, Martínez. No tienes que hacer esto. Si no te sientes bien. No ha pasado nada…
-No, no, no hay problemas Detective Löwenthal. Es bueno desahogarse de vez en cuando. Mi abuela está en una residencia para adultos mayores en Washington Heights. Me apena no poder cuidar de ella. Se sacrificó por mí Löwenthal… ¿Sabes? Mientras disparaba en aquel lugar para ir en búsqueda de nuestra testigo, lo único que me mantenía el corazón ardiente era mantenerme vivo porque soy su soporte
Esta vez Löwenthal tragó en seco y no expresó una palabra, pero le dio varias palmadas en el hombro derecho a su compañero, en gesto de apoyo y solidaridad
-Gracias, respondió Martínez con voz entrecortada y más lágrimas corrían de sus ojos.
El trayecto de retorno a las oficinas del FBI fue marcado por un silencio que lejos de ser un capítulo vacío de ese momento, se percibió como un gesto de respeto y solemnidad.
Paralelamente, una figura emergente sin proponérselo, daba los pasos en convertirse en el siguiente dolor de cabeza de ambos detectives: Se trataba del hijo de un prominente empresario de la construcción.
Por su naturaleza de privilegiado, llegó a compartir varias veces con la primera víctima en las fiestas que ambos solían asistir y además coincidir. La relación del muchacho con su padre es tensa ya que él no tiene ni muestra interés en realizar estudios universitarios relativos a la administración de empresas y/o administración financiera.
Era el anhelo que tanto deseaba su padre a los fines de que tome las riendas del negocio y darle continuidad al legado familiar que inició con su bisabuelo, luego continuó con su abuelo y detenido con su linaje debido a que su hijo único no daba muestras de interés en el mundo de los negocios.
El muchacho, fascinado por el reconocimiento que otorga la inmediatez digital, tenía un único propósito: Llevarle la contraria a su progenitor y convertirse en un influencer hedonista, aspiraciones ésas que su padre detestaba.
Sumado a eso, era un rumor a todas voces, el affair que el patriarca sostenía con su veinte y tantos años menor asistente empresarial, quien gozaba de un curvilíneo cuerpo, caderas moldeadas y una mirada infartante.
Su esposa, presa de la vergüenza y el bochorno, huyéndole al dedo acusador de la sociedad (plástica en todo caso, porque en ese mundo, nadie tiene amigos verdaderos), se ha refugiado en el alcohol, lo que profundizaba aún más la rebeldía del muchacho, al estar al tanto de la infidelidad de su padre.
Usando las más populares cuentas de redes sociales existentes, el muchacho realizaba extravagantes audiovisuales en búsqueda de aprobación masiva.
Como tenía facilidad de recursos financieros, utilizaba artilugios inimaginables, en un alocado acto entre rebeldía y provocación que proyectaba una causa inexistente.
Su rostro y nombre habían ganado poco a poco notoriedad en TV al declarar constantemente los planes de negocios de su padre, accionar ése que provocaba una fuerte fricción entre ambos ya que su progenitor lo instaba a educarse financieramente para que en algún momento tomara las riendas del negocio.
Su apetencia se redireccionaba más en el uso desmesurado a su exclusiva e ilimitada tarjeta de crédito junto a una existencia matizada por los excesos, fiestas, sexo desenfrenado y consumo de drogas.
Todas esas actividades eran documentadas de cerca por una seguidora ficticia que no opinaba, pero sí estaba al tanto de sus actos. Se trataba de la excitante amante de su padre, vínculo con el patriarca para ponerlo al tanto de sus actividades.
-¿Por qué no decides ir a la universidad y estudiar una verdadera profesión? ¿Pasarás toda tu vida en esas pendejadas de autofilmarte para compartir vídeos en redes sociales? ¿De dónde rayos sacaste esa actitud de payaso cibernético?
-¡Papá! ¡Tu unigénito está convirtiéndose en una celebridad!
¡Sí, claro! ¡Divulgándole al mundo que soy el empresario de la construcción más exitoso de este lugar! ¡Y estás advertido! ¡No te atrevas a hablar de lo que le pasó a esa muchacha!
-¡Se llama contenido, papá! ¡Pronto seré yo quien herede los destinos de la empresa, ya verás y te sentirás orgulloso de mí!
-Suena a plan organizacional: ¿Me brindas un adelanto de tu visión ante el emporio que heredarás?, infiere en tono irónico el hombre
-¡Por ahora, solo puedo adelantarte que lo que haré dejará a todos boquiabiertos. Incluso, a tí y a la prensa tanto de este país como del mundo!
En eso el guardaespaldas senior del empresario se le acerca al oído y con señas le indica que deben detenerse en la próxima cuadra.
-¡Oye! ¡¿Qué rayos te pasa, pedazo de imbécil?! ¡¿Cómo te atreves a interrumpirme mientras hablo con mi padre?! ¡Retírale ya tus mugrosas manos de su hombro!
-¡Cállate muchacho! ¡Sigue en tus cosas y modera tu actitud ante mi personal de seguridad!
-Jajaja ¡ineptos! ¡Pronto serán mis empleados!
-¡Baja la voz! ¡Estoy en una llamada importante!
-Sí, claro…con la zorrillla…señor…
Los personajes se desplazaban en una lujosa SUV similar a una de esas que usan dignatarios políticos.
De repente, el muchacho sintió un picante y electrizante destello enérgico en su rostro, que apenas razonó qué pasaba. Se trató de una precisa y soberana bofetada que su padre le había propinado una vez finalizó su llamada.
-¡Te dije que te callaras! ¡Me vas a respetar o tus sueños quedarán grabados únicamente en tu memoria! ¡¿Cuántas veces te he dicho, maldita sea, que termines con tus alardes en público?!
-Lo..lo..siento…papá…
-¡Enfócate de una buena vez! ¡No pude contar con tu madre al construir todo lo que he adquirido y parece que contigo tampoco lograré nada! ¡Eres una verdadera desgracia!
En eso el chófer irrumpe:
-Señor, disculpe. Acabamos de llegar…
-¡Solo maneja! ¡Dejemos a este pedazo de bueno para nada fuera de mi vista un poco más adelante!
El chófer ya había escuchado reiteradas veces ese mandato y en versiones extendidas, por lo que aceleró el vehículo rumbo a unos metros más adelante de la oficina que usualmente acudía a llevar a su jefe.
Un silencio de sepulcro se apoderó del muchacho quien irradiaba ira pura, pero retenida por la atmósfera cargada dentro del vehiculo que emitía energías homólogas, pero enfrentadas por desvanes existenciales.
Por fin al llegar al lugar donde se alojaban múltiples oficinas de diferentes magnates empresariales, se detiene el vehículo justo al frente de la acera que da acceso directo al lobby de una robusta edificación. Sale el empresario, cierra la puerta del vehículo y se detiene sin caminar.
En ese momento para el sexagenario hombre, sentía que su alma levitaba al mismo tiempo que emulaba una falta de respiración, una vez veía que su asistente salía del lobby con cierta celeridad para recibirlo.
A su vez, el ritual visual exhibía en la fémina, un movimiento sin fallas, de conteneo de caderas bien pulidas y definidas por el ceñido del vestido que ésta llevaba, mientras era objeto de discretas miradas lascivas desde varios ángulos, conforme caminaba tal cual fuese en cámara lenta…
El cortejo finalizó abruptamente cuando el joven rebelde sin reparos vociferó al bajar el cristal de puerta del vehículo utilitario deportivo en el cual se desplazaba:
-¡Podrás cogértelo maldita arpía, pero no nos dejarás a mí y a mi madre en la calle!
-¡Llévatelo!, expresó enérgicamente su padre, ya con un abrazo y mirada ingenua de su amante.
El chofer hizo lo propio, mientras miraba con vergüenza ajena al guardaespaldas que iba de pasajero a su derecha.
-¿Dónde desea ir joven?
-¡Dame un momento! ¡Tengo que transferir mis fondos rápidamente a una cuenta extra que tengo antes que mi padre congele el acceso!
En eso el vehículo sigue en movimiento y el muchacho toma su teléfono celular:
-¡Sí, oiga, necesito verlo ya mismo! ¿Está disponible ahora?…¿En su casa, dice usted? ¡Tome un taxi y le veré en el hangar!
-¿Todo en orden jovencito?, infiere el guardaespaldas
-¡Sí! ¡Sí! ¡Lléveme al aeropuerto, necesito exfoliar mi mente! ¡Mi padre ignora que esa bofetada sólo iluminó mis deseos de mi siguiente transmisión en vivo! respondió el joven dirigiéndose al chofer.
Mientras se desplazaba la moderna SUV el guardaespaldas mira un mensaje discretamente que igual le llegó al teléfono del chófer, pero éste asienta negativamente con su cabeza y entonces el guardaespaldas aborda al muchacho:
-Disculpe joven. No nos ha indicado a cual aeropuerto llevarle. Sería conveniente que consulte con el piloto de su padre para nosotros saber si nos dirigimos al Ronald Reagan Washington National Airport, el
Washington Dulles International Airport o el Baltimore/Washington International Thurgood Marshall Airport
-Sí, estoy marcándole nuevamente… Eh…disculpa, es que no especifiqué a qué aeropuerto debías dirigirte… ¡No, no,no! Es algo particular y local. Nada del jet….¡Ah no te preocupes yo me encargo de eso! ¡Usted consiga un helicóptero!…Eh maneja al área de hangar del Ronald Reagan Washington National Airport
-Sí jovencito
-¡¿Estás durmiendo, drogado o qué?! ¡Te he marcado varias veces! ¡Indícale a los muchachos por mensaje que estén atentos a mi siguiente en vivo! ¡¿Cómo que cuándo?! ¡Sí en unos minutos necesitaré el enlace múltiple y que se vea simultáneamente en todas mis redes sociales y plataformas audiovisuales!… ¡¿Pagarte?! ¡Claro maldita sea, desde que esté al aire te transfiero al número de cuenta que me envíes!
-Joven… disculpe…Su padre está llamándole…
-¡¿Acaso quiere disculparse de la bofetada que me dio?!
-Dice que le tome la llamada joven, insiste el chofer.
-¡Sí! ¡Sí! ¡¿No escuchaste que estaba en otra llamada?! Dile que le devuelvo ahora… Ahora ya me llaman de su oficina..
-Le hablamos en nombre del cliente que suele utilizar los servicios privados de helicóptero. No tenemos registro de pago para esta oportunidad ya que no estaba previamente solicitado
-¡No me diga! ¡Pagaré en efectivo maldita sea! ¡Es su hijo quien habla! ¡Si no desean darme el jodido servicio, buscaré a alguien más quien lo haga!
-Comprendo. Por favor al llegar a la terminal, el píloto le entregará un formulario. Llénelo y le acreditaremos el pago a la cuenta de su padre. Disculpe los inconvenientes. Necesitábamos validar el servicio ya que no estaba programado
-¡¿Qué parte no escuchó de «pagaré en efectivo»?!
-No se preocupe. Este tipo de servicio es por acreditación. Nuestros empleados no están autorizados a recibir pagos en efectivo de ningún cliente. Gracias nuevamente y disculpe la molestia
-¿En cuánto tiempo llegamos?
-Con este tráfico, estimo unos 45 minutos jovencito
-Sé que mi padre te paga un sueldo miserable. Todo eso cambiará desde que asuma el control de su emporio. ¡Si te esfuerzas y llegamos más rápido, te pagaré USD$100 en efectivo desde que localice un cajero automático al llegar!
-Veré qué hago jovencito, respondió el chófer
-Dormiré una pequeña siesta, mientras tanto. Me despiertan al llegar…
El incentivo ofertado por el muchacho era atractivo. El sueldo anual de un chófer varía significativamente, aparte de que muchas veces los conductores logran disfrutar de un tiempo para sí mismos en sus vacaciones que regularmente se agotan en un abrir y cerrar de ojos.
De todas formas, el chófer conocía muy bien de las excentricidades del hijo de su jefe y si bien no le caerían demás a su bolsillo lo ofertado, tampoco era menos cierto que si su empleador se daba por enterado de ese pago, correría riesgos de perder su empleo. Era el undécimo conductor que desfilaba en ese servicio.
El insistente modo vibrador del móvil del muchacho, alertó los pensamientos del chófer y miró al guardaespaldas en búsqueda de ayuda, a lo que éste último inhaló con profundidad y luego exhaló lentamente tal cual fuese un suero gotas de miel…
-Joven… joven…le llaman…, le habló suavemente al muchacho mientras le tocaba la pierna derecha en igual condición.
El muchacho se incorpora y despierta en clara actitud espabilada:
-¿Ya llegamos?
-Aún no jovencito. Su teléfono no ha dejado de sonar en vibración, le dice el guardaespaldas
-Ah sí…gracias… ¡¿Cómo que todo está listo?! ¡No estoy en vivo todavía! ¡¿Pretendes pasarte de listo?! ¡Te dije que cuando esté en vivo, te transferiré!
En eso recibe otra llamada
-Sí vamos en camino…espere (se dirige al chófer)…¿Qué tiempo nos queda para llegar?
-Posiblemente en unos 15 minutos o menos. Tomé un atajo, pero el tráfico vehicular está muy congestionado realmente
-Dice el chófer que en 15. Espero sólo llegar y nos vamos al aire inmediatamente… No, no, no…no iremos a ningún lugar, sólo volarás por la ciudad en lo que hago un en vivo para mis redes sociales
El tiempo transcurrió y al llegar a la terminal del aeropuerto, el vehículo tenía un pase de acceso que le permitía llegar al área del hangar donde se encontraba un piloto esperándole dentro de un helicóptero.
-¡Gracias por venir! ¡Será algo de unos minutos!
El guardaespaldas aborda junto al muchacho la aeronave, mientras el conductor quedó esperando en la SUV.
En minutos se elevan al aire y el muchacho verifica que ciertamente sus redes sociales están en perfecta sincronización al igual que sus plataformas audiovisuales.
-¡Genial! ¡Pásame en privado el número de cuenta para transferirte el pago!
Esperó unos segundos y al visualizar en un contador especial el frenético número ascendente de usuarios conectados, inició su transmisión:
-¡Hola a todos! ¡Les prometí algo totalmente espectacular y eso estoy brindándoles! ¡Cada vez será superior a la anterior!
El número de conectados subía con celeridad mientras a cámara captaba que realmente el en vivo se desarrollaba desde un helicóptero en pleno vuelo al aparecer en cámara el piloto de espaldas y un rápido corte del guardaespaldas sin mostrar el rostro de éste:
-¡La transmisión de hoy tiene como propósito revelar la hipocresía de nuestros padres en confabulación con las autoridades! ¡Una amiga nuestra desde los días en escuela y antes de yo abandonar la universidad… bueno a penas llegué a entrar y no me admitieron! ¡El caso es que mi amiga, la hija del influyente responsable de la industria de aderezos, fue asesinada y están encubriendo el crimen! ¡La prensa debe hacerse eco y las autoridades deben decir la verdad y revelar todo ante la opinión pública!
En segundos el en vivo acumulaba un récord de conectividad debido a los masivos reenvíos de sus seguidores, creando entre sí un arrollador efecto multiplicador.
En minutos un gran número de cadenas de radio y televisión, incluyendo las principales afiliadas de las grandes cadenas nacionales, así como muchas otras estaciones especializadas, comenzaron a sumarse debido al impacto de la transmisión simultánea en redes sociales y plataformas audiovisuales.
En la oficina del FBI, Martínez miraba la transmisión reenviada por una colega, al momento de enterarse que su compañero recibía el dato vía telefónica del jefe superior de ambos:
-¡Detective Löwenthal, esto se convertirá en un circo!
De repente el teléfono del Detective Löwenthal vuelve a timbrar. En esta oportunidad la voz del otro lado parecía dotada de una calma tan tensa que emulaba a un líder espiritual:
-Se está perdiendo del espectáculo Detective Löwenthal…
-¿Quién me habla? ¿Está usted consciente a quién y dónde llamó?
-Detective Löwenthal: Usted también debería estarlo cuando encienda el televisor y vea lo que está pasando justo ahora…
-¡Si cree que es gracioso o algún espectáculo le advierto que….
-…el espectáculo recién acaba de iniciar Detective Löwenthal, expresó la sopesada voz tras colgar.
©The Pop Killer, 2025 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.
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