Por Antonio Corcino

Crecimiento explosivo y competencia desigual

El subsector de alojamientos de corta duración en República Dominicana continúa su crecimiento vertiginoso, superando ya la oferta hotelera tradicional. Plataformas como Airbnb controlaban en el 2024 más del 60 % del mercado, lo que genera preocupaciones legítimas en el sector hotelero formal, el cual argumenta que enfrenta una competencia desigual debido a la falta de regulación clara y equitativa.

Esta realidad impacta tanto la dinámica turística como la económica del país, evidenciando la urgente necesidad de establecer un marco regulatorio que balancee intereses y fomente la sostenibilidad del sector.

Vacío normativo y exigencia de regulación

La Asociación de Hoteles y Turismo de RD (Asonahores) ha demandado la regulación inmediata de este segmento de la actividad turística del país, señalando la insuficiencia de la legislación vigente para abordar las nuevas modalidades.

En ese sentido pone como ejemplo la Ley Orgánica de Turismo y sus reglamentos, que para mejor y mayor efectividad deben actualizarse, incluyendo a los alquileres de corta duración, que garantice estándares de calidad, seguridad y formalidad.

Sin reglas claras, se estaría perdiendo el control sobre la calidad del servicio y la recaudación fiscal, lo que de alguna manera termina afectando la competitividad y la confianza del turista.

Impactos económicos y sociales del auge de Airbnb en RD

El mercado global de alquileres de corta duración experimenta un crecimiento sólido, con ingresos que superan los 11 mil millones de dólares en 2024. Sin embargo, en República Dominicana, este auge genera efectos secundarios significativos.

La presión sobre el mercado inmobiliario local ha provocado aumentos en los precios de alquiler y el desplazamiento de viviendas familiares, especialmente en áreas urbanas como Santo Domingo y Santiago.

Asimismo, la falta de control fiscal y regulatorio abre la puerta a la evasión, limitando los recursos públicos necesarios para el desarrollo y la sostenibilidad del turismo.

Perspectivas y esfuerzos gubernamentales renovados

El Gobierno dominicano, a través del Ministerio de Turismo, ha anunciado la elaboración este año de un acuerdo para regular Airbnb, con un enfoque inicial en la seguridad y la inspección, lo cual resulta alentador para el sector.

Sin embargo, la incorporación de aspectos fiscales y tributarios permanece como un tema pendiente y sujeto a debate entre las autoridades y el sector privado. Para lograr una regulación efectiva, es imprescindible incluir licencias, registro obligatorio, control tributario y estándares claros que garanticen la protección del turista y contribuyan a equilibrar el mercado de alojamientos turísticos en República Dominicana.

Innovación y oportunidad, con responsabilidad

El auge de los alquileres cortos representa una oportunidad para diversificar la oferta turística y democratizar el acceso a la inversión.

No obstante, es imprescindible conjugar crecimiento con responsabilidad, garantizando calidad, seguridad y justicia fiscal. En ese contexto, la regulación no debe verse como un obstáculo, sino como un instrumento para fortalecer la competitividad y la sostenibilidad del turismo dominicano.

Ante ese panorama, la evolución del subsector de alquileres de corta duración es un fenómeno global que transforma la industria turística. En República Dominicana, la falta de regulación genera desequilibrios y riesgos que deben ser atendidos con prontitud y visión. Solo mediante un marco normativo actualizado, inclusivo y justo, se podrá consolidar un mercado equilibrado que beneficie a todos los actores y potencie la imagen del país como destino turístico confiable y competitivo.

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