¿Por qué República Dominicana tiene himno, escudo y bandera?

 

Por Marcos Sánchez

En mis 52 años de vida, ésta es la primera vez que percibo de manera palpable la actitud reaccionaria sobre el sazonado «tema haitiano» en nuestro país.

La mirada parcial de organismos internacionales como Amnistía Internacional y la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU) junto a intereses y apetencias de propios dominicanos, conjuran para mover a su favor una balanza que abiertamente define una situación insostenible.

Los niveles de hipocresía cobran ribetes dramáticos cuando se ventilan detalladas notas informativas (con fotos y audiovisuales en múltiples ocasiones) de cómo son deportados miles de indocumentados de países que no negocian su política migratoria y jamás osan en coquetear con sueños flexibles de soberanía permisiva.

Si en República Dominicana existe un himno, escudo y bandera, obviamente es porque es un país que se independizó, que tomó identidad y forjó su destino.

En situaciones críticas, solo hay dos tipos de decisiones que se pueden tomar: odiar negarte y negarte a odiar, porque llega un momento en que te piden que tomes postura, que en circunstancias muy verticales, se trata de
vivir o morir.

No hay fechas de caducidad para fiel y voluntariamente sacrificarse por su fe o por sus creencias.

Una ayuda, mano amiga o solidaria no es sinónimo de abandonar lo que esfuerzo costó forjar. Usted brinda su aporte hasta donde le llegue su sábana.

Cuando vemos sectores que apelan a obviar lo que claramente está a la vista e intentan convertirse en promotores de esa causa, el bochorno y disgusto marcado se unen al constatar que harían lo indecible o impensable para no perder su prometida parte financiera del botín.

Más allá de eso, es cuestión de voluntad política y de accionar férreo. Después del nefasto capítulo histórico que vivió este país con Rafael Leonidas Trujillo Molina, ninguna administración pública ha implantado una política migratoria respecto a la entrada y asentamiento haitiano en este país.

Se ha dicho hasta la saciedad que países con sólida situación en desarrollo sostenido, actúen ante esa situación y nunca han siquiera opinado respecto al tema haitiano y tampoco mostrar real interés en ayudar a esa empobrecida nación del fango extendido que está desde su irrupción.

¿Cómo se explica que voces que se consideran autorizadas estén abogando por cargarnos con los problemas de Haití, sabiéndose la realidad latente de las parturientas, la incontable cantidad de mujeres en esquinas y escuelas?

¡Es momento de ser responsable y poner los puntos a las íes, sin dejar confundirnos de un grupúsculo que únicamente busca su beneficio personal y mandar al carajo a la colectividad!

Si usted en su casa no implementa orden, es cosa suya. El resto no tiene ni debe emularlo.

Si un país lo acoge a usted, tiene expectativas de que su inserción en el aparato económico, se traduzca en un ganar-ganar y no en una carga para el anfitrión. Seamos claros.

La comunidad dominicana en Estados Unidos representa una fuerza económica significativa porque las generaciones que migraron y sus descendientes, han labrado una sólida cultura laboral.

Como toda regla posee excepción, todo aquel que incurre en actos que riñen con las leyes de allí, es automáticamente deportado. Punto.

Dejo a continuación, definiciones concisas respecto a los tres temas que adornan el título de este artículo:

Sobre la bandera dominicana

La bandera dominicana se originó de los ideales cristianos de Duarte, con dos franjas blancas que se juntan formando una cruz.

Las primeras banderas fueron confeccionadas por varias mujeres: María Trinidad Sánchez, María de Jesús Pina, Isabel Sosa y Concepción Bona.

Juan Pablo Duarte la concibió y fue aprobada como bandera dominicana por Los Trinitarios el 16 de junio de 1838.

La bandera dominicana se izó por primera vez el 27 de febrero del 1844 en la Puerta del Conde, en la proclamación de la independencia dominicana.

Con las primeras Constituciones de la República, quedó adoptada la Bandera Nacional como símbolo patrio y se alternó un cuartel azul por rojo y se le agregó el escudo de República Dominicana en el centro.

La bandera desde su nacimiento es única, puesto que no hay otra en el mundo que tenga en su centro la biblia y la cruz.

Los patricios utilizaron el color azul ultramarino, como protección de Dios sobre la Nación. El color rojo bermellón como la sangre derramada por los patriotas en la lucha de libertad de nuestra nación. Y la cruz blanca en el centro la cual simboliza la paz y la unidad de los Dominicanos.

Cada detalle fue elegido a conciencia y no se usa simplemente un rojo o un azul común.

La Bandera Nacional se compone de los colores azul ultramar, rojo bermellón y blanco, en cuarteles alternados, colocados de tal modo que el azul quede hacia la parte superior del asta, separados por una cruz blanca del ancho de la mitad de la altura de un cuartel y que lleve en el centro el Escudo Nacional.

Colores y simbolismo

A los colores de la bandera se le atribuyen los siguientes conceptos:

•Rojo Bermellón: Representa la sangre derramada por los patriotas en las batallas para conseguir la independencia de la Nación.
•Azul ultramar: Representa el cielo que cubre la Patria, que Dios protege la nación dominicana y los ideales de progreso de los dominicanos.
•Blanco: Representa la paz y unión entre todos los dominicanos.

Sobre el escudo nacional

Escudo de armas de la República Dominicana es el emblema heráldico que representa al país y que, junto con la Bandera y el Himno Nacional, tiene la categoría de símbolo patrio.

El escudo está presente en todos los documentos oficiales emitidos por el estado dominicano, en las partes frontales de todas las oficinas públicas, organismos descentralizados, cortes, tribunales, juzgados y demás dependencias judiciales, fortalezas, destacamentos y demás dependencias de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. También está presente en varios monumentos.

La existencia del escudo está consagrada en la constitución de la República Dominicana, que lo describe de la siguiente manera:

Artículo 32.- Escudo Nacional. El Escudo Nacional tiene los mismos colores de la Bandera Nacional dispuestos en igual forma. Lleva en el centro la Biblia abierta en el Evangelio de San Juan, capítulo 8, versículo 32, y encima una cruz, los cuales surgen de un trofeo integrado por dos lanzas y cuatro banderas nacionales sin escudo, dispuestas a ambos lados; lleva un ramo de laurel del lado izquierdo y uno de palma al lado derecho. Está coronado por una cinta azul ultramar en la cual se lee el lema “Dios, Patria y Libertad”. En la base hay otra cinta de color rojo bermellón cuyos extremos se orientan hacia arriba con las palabras “República Dominicana”. La forma del Escudo Nacional es de un cuadrilongo, con los ángulos superiores salientes y los inferiores redondeados, el centro de cuya base termina en punta, y está dispuesto en forma tal que resulte un cuadrado perfecto al trazar una línea horizontal que una las dos verticales del cuadrilongo desde donde comienzan los ángulos inferiores.

Sobre el himno nacional de la República Dominicana

El himno nacional de la República Dominicana representa al país y que, junto con la bandera y el escudo, tiene la categoría de símbolo patrio.

La situación política del inicio del siglo XX en la República Dominicana impidió que se tomaran acciones sobre los símbolos de la Patria. No fue haste 1934, bajo el régimen de Rafael Trujillo, que el Congreso adoptó la composición de Emilio Prud’Homme con música de José Reyes como el Himno Nacional dominicano.

Su letra fue compuesta por Emilio Prud’Homme y la partitura musical del Himno fue creada por el Maestro José Reyes en 1883, quien le pidió a Prud’Homme que escribiera unos versos patrióticos que acompañaran sus compases. Este himno se interpretó por primera vez el 17 de agosto de 1883, en los salones de la Respetable Logia Esperanza N.º. 9, localizada en La Casa de Las Gárgolas, Calle Las Mercedes n.º 4, en la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana. La segunda ciudad donde pudieron escucharse las notas musicales del himno nacional dominicano fue Azua.

La música tuvo un éxito instantáneo, de tal forma que cuando los restos del libertador de la República Dominicana, Juan Pablo Duarte, fueron traídos desde Venezuela , se escogió la música compuesta por el maestro Reyes.

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